El funcionario judicial fue hallado culpable de prevaricato por acción. Además de prisión, no podrá ejercer durante más de 8 años.
La historia comenzó el 12 de diciembre de 2013.
Ese día, según demostró un fiscal anticorrupción, el juez segundo de ejecución de penas y medidas de descongestión de Villavicencio Ronald Floriano Escobar –es decir, el encargado de vigilar que los presos cumplan sus condenadas- le concedió la prisión domiciliaria a Hernán Darío Giraldo Gaviria, capo de La Oficina conocido como ‘Cesarín’.
El delincuente que operaba en el occidente de Medellín, particularmente en el corregimiento San Cristóbal, estaba purgando una condena de 20 años, 9 meses y 18 días de cárcel impuesta por el juez quinto especializado de Medellín por los delitos de concierto para delinquir con fines de homicidio, homicidio agravado y tráfico, fabricación o porte de armas de uso privativo de las fuerzas militares.
Y según la Fiscalía, logró traslados a diferentes cárceles colombianas en busca de concesiones y rebajas de penas que no le fueron otorgadas.
Pero al llegar a la cárcel de Villavicencio logró que se le diera casa por cárcel con el argumento de que era padre cabeza de hogar y el subrogado penal debía cumplirlo en Puerto López, una localidad llanera alejada del verdadero arraigo del capo.
Tras la decisión, ‘Cesarín’ escapó y cinco meses después fue recapturado en Turbo (Antioquia).
La Fiscalía investigó al juez Ronald Floriano Escobar, responsable del beneficio a ‘Cesarín’, y logró que este miércoles 26 de junio la Sala Penal del Tribunal Superior de Villavicencio lo condenara a 6 años de cárcel, lo inhabilitara para ejercer derechos y funciones públicas durante 100 meses (8,3 años) y le ordenara el pago de una multa de 96 salarios mínimos legales mensuales vigentes, es decir 79 millones de pesos.
La decisión de primera instancia contra el juez, que ya fue retirado de la rama judicial, fue apelada por la Fiscalía y por sus abogados defensores.
¿Quién es ‘Cesarín’?
Hernán Darío Giraldo Gaviria fue parte del Bloque ‘Cacique Nutibara’ de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Las autoridades consideraron que tras la desmovilización de este grupo paramilitar 'Cesarín' siguió delinquiendo con La Oficina y tuvo bajo sus órdenes a más de 50 bandas delincuenciales de Medellín y de varios municipios de Córdoba y el Urabá antioqueño.