Las obras del tranvía de Ayacucho en Medellín, paradójicamente sacó de sus casas a unas 70 familias del barrio Alejandro Echavarría, ubicado al centro oriente de la ciudad.
Las obras debilitaron las estructuras, formaron grietas y daños estructurales, por lo que las familias que allí residían tuvieron que abandonar sus casas.
“Nos sacaron con mentiras. Supuestamente los daños los iban a arreglar, pero ahora salen con que quieren demoler, no les importa si las casas están en buenas condiciones, si están malas. Simplemente todas las van a demoler”, indica Lucero Bustamante, quien hace siete meses no puede ingresar a su casa.
Para ella y otros afectados la solución es que les devuelvan las casas arregladas.
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“El Metro y la Alcaldía fueron quienes la dañaron y por tener una ciudad innovadora no les importa arrasar con todos nosotros, que somos gente de bien, que pagamos nuestro impuestos y que no tenemos problemas con nadie.”, agrega Lucero.
Lo más importante para esta comunidad es el arraigo de más de 30 años. No les parece justo que les ofrezcan construir edificios con apartamentos para que se acomoden, ya que ellos son propietarios de viviendas grandes y amplias.
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