Varios meses llevaba investigando la Superintendencia de Industria y Comercio la situación sospechosa que estaba ocurriendo con los precios del arroz. Y es que, a pesar de que no había una evidente baja en la producción, en la práctica sí había una aparente escasez.
Eso redundó en alzas en los precios de este producto, que llegaron en algunos momentos hasta el 50 por ciento, afectando a restaurantes y a millones de familias para las que este es un producto de alto consumo en su dieta alimentaria.
El superintendente Pablo Felipe Robledo revelará este martes que dos empresas, Molinos Roa y Molinos Florhuila, incurrieron en influenciación de precios, es decir, que faltaron a las normas sobre libre competencia que imperan en nuestro país y terminaron por distorsionar el precio al público.
Además, anunciará el monto de las sanciones, que para estos casos podrían llegar hasta 100 mil salarios mínimos mensuales, es decir, más de 60 mil millones de pesos.
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