“Ha sido compleja la situación porque no estamos trabajando ya al 10 por ciento, sino en un 70 por ciento. Nos está yendo prácticamente bien, pero no estamos al 100 por ciento funcionando todavía”, dijo Wilson Monterrosa, empleado de un restaurante.
Han alistado algunos protocolos de bioseguridad como puntos de desinfección, la aplicación ‘Medellín me cuida’, toma de temperatura, distanciamiento entre las mesas, tapetes y pedidos de menús por medio de plataforma.
“Con la cuarentena, en el negocio estamos casi paralelos al problema que tiene los dueños de las licoreras, porque la parte que hemos estado trabajando son domicilios y eso es un mínimo”, opinó Federico Vásquez, administrador de un restaurante.
William Olaya, otro encargado de uno de estos establecimientos, dijo: “Tenemos la parte de toda la limpieza, tapetes a la entrada, tomamos temperaturas, estamos separando lo de las mesas y vamos con todo y con tapabocas, vamos a implementar el sistema con la cédula”.
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Ellos están a la espera del aval del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, para arrancar lo más pronto posible. El desempleo en estos negocios está en un 40 por ciento. Solo 10 negocios en la ciudad harán arte del plan piloto.
“Dentro de esos restaurantes lo que estamos haciendo es fijando una pequeña zona gastronómica en donde todos los restaurantes trabajen en función de estos protocolos, otros una pastelería, un café, una panadería”, explicó Juan Manuel Barrientos, director del restaurante Cielo.
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Algunos restaurantes han cerrado por completo y otros están prestando servicio a domicilio. La idea en este plan piloto de reapertura es que incluyan las zonas de El Poblado, Laureles y el centro de Medellín y que sea para el martes.