Unos cinco mil mineros reclaman que los dejen trabajar, pues la explotación del oro ha sido su sustento por décadas. El comercio está cerrado.
Por eso, durante varios días, representantes de la mesa minera y habitantes de Segovia y Remedios que viven en Medellín recogieron alimentos no perecederos y 15 millones de pesos en efectivo, que enviaron a los habitantes de afectados por un prolongado paro.
En Segovia, mientras tanto, una multitud, portando su indumentaria de trabajo, recorrió las calles de la población para pedir que los dejen seguir con su actividad, de la que han vivido por generaciones.