La situación pareciera agravarse con el pasar de los días, pues estas personas no han tenido otra alternativa que armar improvisados ranchos frente a unidades residenciales.
Varios meses llevan instalados al menos 100 venezolanos en los alrededores de un conjunto cerrado de Cali. En el lugar armaron pequeños cambuches en los que duermen y comen, pero los vecinos de la Comuna 2 denuncian problemas de salubridad.
“De orina y alimentos, estos señores inclusive están utilizando el frente de la unidad como sanitario público”, señala Wílliam Gutiérrez, habitante de la unidad residencial.
La difícil situación que viven los migrantes venezolanos que decidieron quedarse en Cali “La gente está totalmente inconforme con la situación, por su cuenta han convertido la fachada de su casa en unos cambuches”, dice José Bernal, administrador de la unidad residencial Sultana Norte.
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Dicen que también se ha incrementado la inseguridad en la zona.
“Los robos es pan nuestro de cada día, la prostitución. Ellos se levantan unos pesos pero lo irónico de la situación es que vuelven al sitio y no quieren algo formal”, explica Germán Andrés Ramírez, edil de la Comuna 2 de Cali.
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Migrantes venezolanos dicen que por esta razón los caleños no les siguieron brindando ayudas Por su parte, los migrantes aseguran que no todas las quejas de los habitantes del sector son ciertas.
“Lo de las necesidades fisiológicas, nosotros pagamos en la terminal de acá o a una señora que nos colabora y nos alquila el baño”, manifiesta José Linares, ciudadano venezolano.
Mientras los extranjeros están a la espera de una reubicación, los vecinos de la Comuna 2 van a empezar a recolectar firmas para ser escuchados ante el Gobierno nacional.