En medio de casi un millón de asistentes, el pontífice Francisco pidió que se elevaran a los altares a sus antecesores: “el papa bueno” y “el papa viajero”.
San Juan XXIII y san Juan Pablo II fueron canonizados en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, bajo el cielo encapotado de Roma.
El papa Francisco hizo la proclamación en latín, al comienzo del acto en el que la Iglesia católica elevó a los altares a los dos papas, en una misa concelebrada con el papa emérito Benedicto XVI, quien reapareció vestido completamente de blanco y con su mitra.
El papa teólogo, que fue recibido por un caluroso aplauso y saludado por las autoridades, se sentó entre los cardenales, a la izquierda del altar mayor en el que el papa Francisco ofició el rito de ascensión a los altares. Antes de situarse en el altar, Francisco se acercó a Benedicto XVI, al que dio un abrazo.
Updated: diciembre 12, 2014 06:13 p. m.