En medio de las dificultades y un entorno de violencia, buscan que más gente luche por sus sueños y logre cumplirlos.
Daniela Aranta, de 22 años, llegó a Cali cuando era una bebé junto a su madre, desplazadas por la violencia. Hoy, cursa el último semestre de Ciencias Políticas. Asegura que este es un sueño cumplido y lo comparte para que muchos jóvenes se inspiren y también lo logren.
"Entender que vengo de un lugar donde las dificultades abundan y que podríamos ser parte de la solución para otros", dice.
Por su parte, Mónica Quintero señala que la música es su vida, aspira a ser una cantante famosa y dice que ya lo está logrando con tan solo 18 años.
"Quiero tener como una escuela de música en donde niños que no tengan o no hayan tenido la oportunidad puedan estar, como quien dice, con una cantante famosa aprendiendo", afirma.
Haber crecido en medio de las fronteras invisibles, pandillas y drogadicción, no fue impedimento para que Jean Carlos Gómez luchara por sus objetivos.
"Mi sueño es terminar mi carrera de Gastronomía y, por el momento, perfeccionarme en la barbería americana, que es mi sueño, pues tengo un primo en Estados Unidos que me quiere colaborar", dice.
Ellos hacen parte de la Fundación Créalo, liderada por otros jóvenes como Yonny Rojas, que atiende a habitantes de la Comuna 20 de la capital del Valle del Cauca, una de las más vulnerables de la ciudad.
“Buscar, en buena medida, conjuntamente, que se logren los sueños de esos jóvenes que tienen muy pocas posibilidades de acceder a la educación superior, como poder emprender", explica Yonny.
Con los sueños más despiertos que nunca, estos jóvenes confían en que con el aporte de unos pocos se pueden lograr grandes cambios.
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