El artefacto fue arrojado, según información recopilada por las autoridades, por sujetos que se movilizaban en una motocicleta.
Los hechos tuvieron lugar en el tradicional barrio San Antonio, oeste de Cali, donde se escuchó una explosión que inmediatamente provocó la presencia de las patrullas del cuadrante de la Policía en el sector.
“Al verificar que se trataba de un artefacto explosivo, se activó la unidad de antiexplosivos de la Policía donde se determinó que era una granada de fragmentación que habían detonado”, dijo el coronel Fabián Ospina, subcomandante de la Policía de la capital del Valle del Cauca.
Según el oficial, el atentado se presentó hacia las 10:00 de la noche del pasado miércoles 23 de mayo contra un restaurante que ya se encontraba cerrado y, por fortuna, no dejó personas heridas o muertas.
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“Se presentan solamente daños materiales en el sector, se encontraba prácticamente desolado, no había afluencia de público sobre estos establecimientos, ya que se encontraban cerrados, y solamente se encuentran daños materiales a unos ventanales”.
Finalmente, el coronel Ospina aseguró que el ataque es materia de investigación, pues propietarios de negocios ubicados en la zona aseguran “que no han tenido ningún problema en cuanto a orden público o situaciones de extorsión”.
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