Mario Guilombo fue víctima de cinco intentos de asesinato en 2001 tras revelar a sus superiores una red que tenía vínculos con narcotraficantes y paramilitares.
"En repetidas ocasiones se pidió protección para mi familia y para mí y nunca se obtuvo, y en decisión del honorable Consejo de Estado ordenó que se pidiera perdón en una ceremonia", dijo el suboficial retirado sobre el acto público.
Indicó que ante la falta de protección por parte de la institución, su hija resultó herida en uno de los atentados perpetrados por sicarios.
Guilombo afirmó estar tranquilo con el perdón que le pidieron y satisfecho porque quienes denunció fueron destituidos y respondieron ante la justicia.
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