El hecho se presentó cuando un grupo de encapuchados se enfrentó contra uniformados del Esmad a las afueras del campus universitario.
Como “agridulce”, así calificó el alcalde de Cali la jornada de manifestaciones del miércoles 4 de diciembre. Lo anterior se debe a que en horas de la noche, fue necesaria la intervención del Esmad en varios puntos de la ciudad.
Pese a que, inicialmente, las protestas se desarrollaron de manera pacífica, después del mediodía las concentraciones derivaron en actos vandálicos en zonas como la portada al mar y el Paso del Comercio.
Maurice Armitage, máximo mandatario de los caleños, habló sobre la jornada del 4 de diciembre en la capital del Valle del Cauca: “Paralizar una ciudad no es portarse bien, la gente tiene derecho a la movilidad, a ir al trabajo. Uno como alcalde debe prevenir la violencia”.
Durante las movilizaciones, una revuelta en la Universidad del Valle dejó como saldo a dos personas heridas.
El primero, fue un Policía, quien sufrió lesiones en sus manos tras ser víctima de un ataque con un líquido lanzado desde el interior del claustro.
El segundo, fue un joven que se cayó de un árbol cuando participaba en los enfrentamientos entre encapuchados y uniformados.
En primera instancia, el Alcalde de Cali informó que a este joven le había explotado un artefacto artesanal en su pierna, pero después aclaró que la situación no era así.
“Creímos que había sido una papa bomba, porque estaban tirándolas, pero después se aclaró todo, el tipo se lesionó la pierna cuando se cayó de un árbol”, aclaró el mandatario.
Otro de los hechos que marcó la jornada fue cuando Wilson Sáenz, presidente regional de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, agredió verbalmente y con términos racistas a un uniformado de la Policía.
De igual manera, cuatro buses y cinco estaciones del MIO, fueron vandalizadas por algunos de los manifestantes.