Nuevos equipos para rescatar mineros sepultados

El pasado 30 de octubre Carlos Gaviria, un curtido minero de Amagá cambio de turno a las 6 de la mañana como era costumbre, lo que no se imaginó es que esa sería la última vez que vería sin vida a los compañeros que lo reemplazaron.

“Se vino esa avalancha de agua. Eso salió fue un viento y yo salí corriendo y los compañeros se quedaron atrapados”, cuenta.

Como sobreviviente hoy trabaja para sacar los cuerpos de los que quedaron en el interior de la mina.

“Está muy duro, está muy difícil la sacada de ellos, porque hay mucha agua todavía. Las bombas se están dañando y allá tenemos una grande pero falta instalarla todavía”, expresa el hombre.

El alcalde de Amagá dice que las diez motobombas que tienen no son suficientes por la intensidad del trabajo.

“A la distancia que ellas están obviamente sufren recalentamiento. Una de ellas lo sufrió y mientras se recupera nuevamente se tiene que hacer la suspensión, entonces algunos decían es que pararon el bombeo y no son máquinas”, aclara Juan Carlos Amaya, alcalde de Amagá.

Hoy, ni mineros voluntarios ni autoridades quieren dar una fecha exacta de cuándo podrían rescatar a los trabajadores  atrapados, como ellos  Carlos Gaviria dicen que no descansarán hasta terminar las labores.