María Victoria Angulo señaló que entre las medidas está la reacomodación de salones, distanciamiento entre alumnos, horas de ingreso y salida y movilización de transporte escolar, entre otras.
Frente a este último punto, los colegios deben evaluar qué momentos de tránsito serán los óptimos para trasladarse para no contribuir a la congestión vehicular.
También tendrán que establecer la posibilidad para ajustar el calendario, trabajo en casa y presencialidad.
“El primero de agosto debemos estar listos con los protocolos para tomar decisiones responsables que dependerán en cada entidad territorial de cómo ha evolucionado el COVID-19 ”, recalcó.
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El regreso a clases “no será homogéneo ni igual en todo el país, dependerá de la evolución de la enfermedad”, insistió.
No descartó que algunos colegios puedan retomar sus clases antes de esa fecha.
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Precisó que si un niño llegara a enfermarse, las instituciones deben seguir protocolos similares a los establecidos en empresas, como determinar con quién tuvo contacto y el aislamiento preventivo de ese grupo de personas, entre otros.
El calendario B, que inicia su periodo escolar en septiembre, tendrá que revisar si lo hace bajo el modelo de alternancia presencial.
“En el mes de julio iremos dando más detalles” sobre el reinicio de clases, agregó la ministra Angulo.