Henry Torres Escalante, señalado de falsos positivos cuando era comandante de la brigada 16, no reconoció delitos pero pidió perdón a las familias de las víctimas.
En la audiencia donde suscribió el acta de sometimiento ante la Jurisdicción Especial para la Paz, el general Henry Torres Escalante pidió garantías para su proceso.
"Y solicito la total observancia de los derechos y garantías emanadas de un trato equitativo, simultáneo y diferenciado que en público y en privado se nos prometió a los militares", dijo el oficial.
El general no reconoció los casos de falsos positivos por los cuales fue acusado en la justicia ordinaria, como los asesinatos de Daniel Torres y su hijo, Roque Torres, presentados como guerrilleros muertos en combate en Aguazul (Casanare) en 2007.
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Sin embargo, pidió perdón a los familiares de las víctimas.
"Quiero pedir perdón a las víctimas por el daño causado, con la esperanza de que esto nunca vaya a volver a suceder", señaló el general.
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"El general es consciente de que tropas que cometieron esos crímenes estaban bajo su mando, es consciente que se cometieron esos delitos sin que él hubiera conocido ni participado en ellos, pero como comandante entiende que es su deber reconocer que eso no estuvo bien, pedir perdón a las víctimas y contribuir, con el conocimiento que él tiene de los hechos, a la verdad", señaló Jaime Granados, su defensor.
Más que el pedido de perdón, la defensa de las víctimas espera un reconocimiento de responsabilidad.
"En donde necesariamente las pruebas, que sabemos existen, son contundentes y son bastante evidentes, van a llevar a una condena contra el general Torres, sería la primera condena a 20 años que ocurriría dentro del marco de la Jurisdicción Especial para la Paz", señala por su parte Fernando Rodríguez, abogado de las víctimas.
El caso pasará ahora a la Sala de Reconocimiento de Verdad. Si el general Torres Escalante no acepta ningún delito, será entonces la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP la encargada de indagar sobre la responsabilidad del oficial en los hechos y acusarlo, de ser procedente, ante el Tribunal para La Paz.
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