El ente investigador evidenció irregularidades en la compra de varios trenes de aterrizaje, entre ellos piezas en mal estado.
En una inspección realizada por la Contraloría, tras una denuncia de la propia Fuerza Aérea Colombiana, se evidenció que los elementos, adquiridos desde julio de 2015, tenían componentes usados que fueron recibidos como nuevos, no se cambiaron las piezas en mala condición sino que apenas se les realizó un mantenimiento que tampoco sirvió y se cambiaron de manera irregular las condiciones del contrato.
"El material allegado en calidad de nuevo, presenta evidencia de uso y desgaste evidenciado por corrosión, ralladura, abolladura, entalle y maquillado de piezas, por lo que es evidente, según este dictamen, los elementos recibidos no son nuevos".
El detrimento patrimonial causado, según el órgano de control fiscal, asciende a los $1.334 millones, debido al incumplimiento en las obligaciones del contratista que desencadenó una compra innecesaria, pues los deficientes repuestos no se pudieron utilizar en ninguna aeronave.
Así como estos hallazgos, la Contraloría también vinculó a un proceso de responsabilidad fiscal al técnico aeronáutico que tenía a su cargo la inspección de los trenes de aterrizaje, a la supervisora del contrato y al director de procesos logísticos.
En las últimas horas, la Fuerza Aérea emitió un comunicado en el que detalla las irregularidades denunciadas contra la firma Aeroparts and Resources y asegura que ninguno de los componentes ha sido utilizado en las aeronaves.
Agrega que una vez recibidos los repuestos se detectaron las fallas, por lo que se hizo una reclamación a la firma contratada y al no recibir respuesta, instauraron las acciones judiciales correspondientes.
Updated: abril 23, 2018 11:49 p. m.