Estos chocoanos, que literalmente tiene el agua hasta las rodillas, dicen estar cansados del olvido estatal. Les mostramos acá su drama.
“En el momento del invierno nos toca coger los muebles, las camas, todo”, así narra Biasney Aguilar las peripecias que muchos deben hacer para salvar las cosas cuando todo se empieza a inundar.
Otros temen la aparición de plagas y afirman que, en el momento en que el río crece, las culebras pueden llegan a estar cerquita de ellos.
En el Medio Atrato, esta ola invernal deja 1.600 familias damnificadas y unas 480 viviendas afectadas.
Y, de las tres plantas que suministran el servicio de energía, dos están dañadas desde hace casi dos meses.
Updated: junio 13, 2019 02:53 p. m.