Si usted es víctima de alguno de estos, el consejo es no endeudarse más y buscar, con la ayuda de un experto, la manera de ir saliendo de deudas.
Deudas momia: Son aquellas que seguimos pagando mucho después de haberlas consumido. Por ejemplo, una cena o un producto que ya no lo tenemos.
Deudas zombis: aquellas que parecen inmortales. Ya ni recordamos cuándo las empezamos a pagar, y aunque cada mes abonamos, parece que nunca se acaban.
Deudas monstruosas: aquellas cuyo pago mensual se nos lleva el 30% o más de nuestros ingresos, o nos hacen estar en mora ante la entidad bancaria.
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Deudas Frankenstein: Son los préstamos que contraemos para pagar otra deuda. Ese carrusel se convierte en un verdadero desangre financiero.
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