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Las once bicicletas que fueron robadas en la noche del pasado sábado en uno de los camiones del Cofidis en el Tour de Francia han sido recuperadas, indicó este lunes el director del equipo, Cédric Vasseur.
Cinco fueron encontradas en un bosque cercano al hotel donde habían sido robadas, a las afueras de Lille, el mismo domingo, mientras que las otras seis fueron recuperadas por las fuerzas del orden este lunes cerca de la frontera con Bélgica.
El Cofidis había indicado que cada bicicleta valía unos 13.000 euros y todavía no ha podido comprobar en qué estado fueron halladas por la policía.
Vasseur agradeció el trabajo de los investigadores y señaló que podrán seguir sus planes en el Tour "con tranquilidad".
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"Hoy hemos corrido en el infierno": la tercera etapa del Tour de Francia, ganada por el belga Tim Merlier este lunes en Dunkerque, tornó en un caos con la sucesión de violentas caídas y el abandono del maillot verde, Jasper Philipsen.
Y eso que el día había discurrido con tranquilidad, sin escapadas ni ataques, hasta el punto de que el jurado del premio de la combatividad optó, excepcionalmente, por no conceder su premio.
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Una calma después de dos primeras etapas agitadas que no tardaría en romperse. Las caídas sembraron el caos en la segunda mitad del día.
"Todo el mundo estaba fresco al final y muchos veían la oportunidad de ganar", resumió el maillot amarillo, Mathieu van der Poel, "feliz de haber podido permanecer sobre la bicicleta", pero "desganado" por su amigo y compañero Philipsen, víctima de una fractura de clavícula y de al menos una costilla.
El belga, que portaba la camiseta verde de la regularidad, se fue al suelo según se acercaba el esprint intermedio a 60 kilómetros para la meta.
El velocista del Alpecin, primer líder de la carrera tras su triunfo el sábado en Lille, fue trasladado al hospital con daños visibles en los hombros.
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