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El Mundial 2026, que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá, no solo promete ser el torneo más grande en la historia por su expansión a 48 equipos, sino que se perfila como el escenario de un hito estadístico que, durante décadas, pareció biológicamente imposible: la participación de un futbolista en seis ediciones mundialistas.
A menos de un año del silbatazo inicial, tres nombres propios dominan la atención mediática y deportiva: Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Guillermo Ochoa. Durante gran parte de la historia del fútbol, el "club de los cinco" fue un grupo exclusivo y legendario. Inaugurado por el mexicano Antonio 'La Tota' Carbajal y alcanzado posteriormente por figuras como Lothar Matthäus, Rafael Márquez, Gianluigi Buffon, aunque con el matiz de no haber jugado en 1998, y Andrés Guardado, la marca de cinco mundiales representaba el límite de la longevidad en la élite del fútbol.
Sin embargo, la edición de 2026 podría romper esa barrera. La situación de los candidatos es dispar pero convergente. Por un lado, Cristiano Ronaldo y Portugal han sellado recientemente su clasificación: a sus 40 años, el astro luso mantiene una condición física envidiable y una ambición intacta por conquistar el único trofeo que falta en sus vitrinas, habiendo dejado claro que este sería su último gran baile. Por su parte, Lionel Messi, vigente campeón del mundo, va con la tranquilidad del deber cumplido en Qatar 2022. Aunque su confirmación oficial sigue siendo una incógnita, el entorno de la 'albiceleste' y su rendimiento en la MLS sugieren que el '10' estará presente para defender el título.
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El caso más particular es el del anfitrión, Guillermo Ochoa. A diferencia de los dos astros mundiales, cuya convocatoria es casi un asunto sin refutación alguna en sus países, el guardameta mexicano enfrenta una dura competencia interna por la titularidad frente a arqueros como Luis Ángel Malagón y Raúl Rangel. No obstante, Ochoa tiene una ventaja logística única: si logra colarse en la lista final de México, podría convertirse técnicamente en el primer jugador en la historia en pisar el campo en su sexto mundial. Esto se debe a que México disputará el partido inaugural en el Estadio Azteca, horas antes de que Portugal o Argentina tengan actividad.
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Más allá de los récords individuales, la presencia de estos veteranos en el Mundial 2026 simbolizaría el cierre definitivo de una era dorada. Ver a Messi, Cristiano y Ochoa en el campo no solo sería un premio a su larga trayectoria deportiva, sino un homenaje viviente a dos décadas de fútbol que han acompañado a múltiples generaciones. La mesa está servida para que la historia se reescriba, una vez más, en suelo norteamericano.