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En el Mundial Sub-17 de Marruecos, la Selección Colombia femenina logró su pase a los octavos de final luego de vencer 1-0 a Corea del Sur y culminar en la segunda posición del grupo E con seis unidades. El próximo rival será un hueso duro de roer.
La suplente London Crawford ingresó desde el banquillo para clasificar a Colombia a octavos de final y dejar a la República de Corea eliminada tras solo un punto en sus tres partidos.
Crawford, quien entró al campo tras un primer periodo sin goles, reaccionó primero para rematar el balón tras un tiro libre profundo al área de Corea que causó confusión entre la defensa y la arquera.
"La primera parte fue muy difícil; no conseguíamos el balón, ellas estaban muy móviles y organizados, con y sin balón. En la segunda parte, cambiamos la estructura del equipo. Teníamos un 4-4-2 y jugamos un 4-5-1 para ampliar el campo y que los interiores pudieran dar más apoyo. Luego controlamos el partido, no volvieron a amenazarnos y pudimos marcar en una transición", remarcó Carlos Paniagua, entrenador de Colombia.
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Las niponas igualaron 1-1 con Paraguay en la tercera jornada del grupo F. Ambos entrenadores realizaron cambios radicales en sus equipos, que habían pasado a octavos de final. El resultado fue un choque muy disputado, que parecía inclinarse a favor de Paraguay gracias a un brillante gol de Alison Bareiro a mediados del segundo tiempo.
Sin embargo, hubo un final dramático cuando Japón recibió un penalti en el tiempo añadido tras una mano de la suplente Victoria Ucedo. Noa Fukushima dio un paso al frente y remató con un potente disparo para asegurar el primer puesto en la zona.
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"Fue un partido difícil para nosotros, muy duro, pero las jugadoras tuvieron la determinación de marcar hasta el último segundo. Es importante para nosotros. Ahora nos enfrentaremos a Colombia, otra selección sudamericana que será muy fuerte físicamente; otro partido formidable, pero volveremos a dar lo mejor de nosotros en octavos de final", declaró Sadayoshi Shirai, entrenadora de Japón.