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Francesca Jones, afectada por una anomalía del desarrollo embrionario, tiene ocho dedos en sus manos (cuatro en cada una) y siete en los pies (cuatro en uno y tres en el otro). Esto no fue impedimento para soñar en grande y clasificar al Abierto de Australia.
"Mi síndrome es muy raro. Es complicado porque hay numerosos síntomas. Los míos son que tengo tres dedos en el pie derecho, cuatro en el izquierdo y cuatro en cada mano", explicó Francesca Jones, de 20 años, en una entrevista publicada en el sitio de la Federación Internacional de Tenis (ITF).
"Los médicos me dijeron que no podría jugar al tenis. Y mi reacción fue: 'Ya que habéis dicho eso, voy a demostrarles que están equivocados", añadió.
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La enfermedad genética que tiene es una forma de ectrodactilia, que se caracteriza por una malformación de las extremidades, y le supone "un gran problema de equilibrio".
"Cuando tienes menos dedos, es más difícil poner peso sobre los pies", explica Francesca Jones, precisando que por esta enfermedad tiene más riesgos de lesiones.
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Hasta ahora, Francesca Jones, que tiene la ambición de "convertirse en un gran nombre en el deporte", había fracasado dos veces en la primera ronda de las calificaciones de Wimbledon en 2018 y en 2019.
Sin embargo, la tenista nacida en Leeds (N.241) se clasificó para el Abierto de Australia tras haber disputado la fase de previa y ahora se medirá a la a la estadounidense Shelby Rogers en su debut en un Grand Slam.
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