Hilda Evelyn Kottman no es una abuelita cualquiera. Es una verdadera joya a la que la vida ha premiado con 103 años de vida y un gran sentido del humor.
Ella, que no le teme a casi nada, ha hecho de su existencia una aventura única cargada de anécdotas.
En su más reciente cumpleaños, decidió viajar con su nieto a Las Vegas, la ciudad del pecado, para jugar en los casinos, comer y beber sin pensar en los triglicéridos y hasta le quedó tiempo para tatuarse un corazón en su brazo derecho.
Si no lo creen, solo deben ingresar a su cuenta en Facebook . ¡Sí, señores! A sus 103 años tiene perfil en esta red social, donde es muy famosa.
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Esta centenaria mujer, ahí donde la ven, ha sobrevivido a dos guerras mundiales. Será por eso que disfruta la vida al límite.