Cody Mooney, de 31 años, dejó cuatro hijos y su esposa embarazada. Lo despidieron con una calle de honor, luego de conocerse su último deseo.
La imagen es realmente impactante: el cuerpo del bombero Mooney es escoltado por médicos, familiares, amigos y compañeros de trabajo, en un pasillo del Littleton Hospital, en los Estados Unidos.
No murió entre las llamas sino por un tumor maligno que se lo llevó antes de conocer a su quinto hijo en camino.
Hace dos años, a Mooney le diagnosticaron un cáncer cerebral muy agresivo que le descubrieron en la médula espinal. Su lucha llegó a su fin, pero no su capacidad de salvar más vidas.
Su última decisión, antes de dejar este mundo, fue donar todos sus órganos. Un deseo que se cumplió sin objeciones y con una calle de honor en el pasillo del hospital.
Al bombero Cody Mooney lo despidieron como lo que fue y será: un héroe.
(1) Saving lives even after his last breath, Firefighter Cody Mooney was honored by family, friends, fellow firefighters and hospital staff @LittletonHosp tonight while being escorted to donate organs after losing his courages fight against an aggressive brain tumor. pic.twitter.com/vyf53wAWOF
— South Metro Fire Rescue (@SouthMetroPIO) March 3, 2019