Brittany Maynard decidió ponerle fin a su padecimiento el pasado 2 de noviembre y hasta hoy su madre rompió el silencio frente a los señalamientos de la Curia Romana en el Vaticano dirigió a la decisión de su hija y que sentaron a la familia "peor que una bofetada" cuando todavía estaban de duelo.
La muerte de Maynard, de 29 años, conmocionó a la opinión pública en EE.UU., tanto por la edad de la chica como por el hecho de que antes de morir inició una campaña en internet en la que anunció su voluntad de quitarse la vida y abogó porque el derecho a que la muerte asistida se generalice en todo el país.