Moon Express espera ser la primera compañía en lanzar una pequeña nave no tripulada. De tener éxito abrirá la posibilidad a los vuelos comerciales.
El esfuerzo para lograr este objetivo, en tan corto tiempo, está motivado por los 20 millones de dólares ofrecidos por el premio Google Lunar X Prize.
La condición: ser una entidad privada y lanzar un vehículo que toque el suelo de la Luna antes del 31 de diciembre de 2017.
Otra condición es que, una vez llegue a la Luna, la nave o robot se desplace por unos 500 metros y transmita un video y fotos a la Tierra.
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"Seguimos trabajando duro para tratar de cumplir con esa fecha", dice Robert Richards, director ejecutivo y cofundador de la empresa, cuya sede está en Cabo Cañaveral, Florida.
Pero este canadiense reconoce que la idea de lograr esa meta "es muy optimista, ya que el cohete todavía no ha alcanzado la órbita de la Tierra en los vuelos de prueba" y la nave "todavía se está construyendo".
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Moon Express, que parece tener las mejores posibilidades, es uno de los cinco finalistas en el concurso en el que han participado 33 contendientes.