En cámara fue captado el regaño de un molesto vecino al primer ministro de Australia, Scott Morrinson, y a un grupo de periodistas.
Mientras el mandatario daba una rueda de prensa en un barrio de Geelong, su discurso fue interrumpido por el propietario de la casa de en frente, quien les pidió que no les pisara su recién podado jardín.
El primer ministro de Australia, sorprendido y con una sonrisa en la cara, le contestó: "Está bien, gracias". Luego, continuó con su trabajo.