Fue detenido este jueves, en el marco de la Operación Lava Jato. Luiz Inácio Lula da Silva también está en prisión.
El expresidente brasileño Michel Temer (2016-2018) se convirtió así en el segundo exmandatario de Brasil en ser detenido en el marco de la mayor operación contra la corrupción en la historia del país, tras Da Silva (2003-2010).
Temer fue detenido mientras circulaba en automóvil cerca de su residencia en un barrio de clase alta en Sao Paulo tras ser acusado de liderar una organización criminal que recibió sobornos a cambio de favorecer empresas ya condenadas por la Lava Jato en contratos ilícitos con la estatal Eletronuclear.
Lula, por su parte, cumple desde abril del año pasado una condena de 12 años y un mes por corrupción y lavado de dinero, luego de que se diera por probado que recibió ventajas indebidas de constructoras favorecidas con contratos de la petrolera estatal Petrobras durante su Gobierno. A ello se suma otra condena de 12 años y 11 meses por los mismos cargos.
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Otros dos expresidentes brasileños, Fernando Collor (1990-1992) y Dilma Rousseff (2011-2016), ambos destituidos por el Congreso, están enjuiciados en procesos igualmente vinculados a la Lava Jato, en tanto que un tercero, José Sarney (1985-1990), fue acusado de recibir sobornos por facilitar contratos amañados con una subsidiaria de Petrobras, pero hasta ahora no responde a ningún juicio.
De los expresidentes vivos desde el fin de la dictadura militar (1964-1985) tan sólo Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) no ha sido vinculado a ninguna investigación formal por la Lava Jato.
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La Lava Jato, que comenzó como una investigación de irregularidades en casas de cambios y terminó por destapar una gigantesca red de corrupción en el seno de la Petrobras, reveló que empresas constructoras pagaban millonarios sobornos para adjudicarse contratos con la petrolera y que esas sumas eran repartidos entre empresarios y políticos que utilizaban su influencia para mantener a sus cómplices en cargos directivos de la estatal.
Desde que la operación fue iniciada hace 5 años y 4 días, la Justicia ya ha dictado sentencia en 50 procesos e impartido 242 condenas contra 155 personas. La suma de las penas totaliza 2.242 años y 5 días.
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La Fiscalía, en un comunicado en el que justificó su decisión de pedir la detención de ocho personas, entre las cuales Temer, acusó al exgobernante de corrupción, peculado y lavado de dinero como principal líder de una organización que recibió sobornos de empresas que se adjudicaron contratos irregulares con Eletronuclear, la estatal que opera las dos plantas nucleares del país.
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El juez séptimo federal de Río de Janeiro, Marcelo Bretas, que aceptó la denuncia del Ministerio Público y ordenó los arrestos, agregó en su sentencia que "Michel Temer es el líder" de la referida organización criminal y "el principal responsable por los actos de corrupción" descritos.
También fueron detenidos el exministro Wellington Moreira Franco, un importante colaborador y correligionario de Temer en el partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y exgobernador de Río de Janeiro; el coronel de la reserva Joao Baptista Lima Filho, un antiguo amigo personal del expresidente, y la esposa de este último, María Rita Fratezi.
El juez también ordenó el registro de las residencias y las empresas de todos los acusados, así como de la vivienda de una de las hijas de Temer.
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La investigación en este caso se basó en la denuncia hecha por el propietario de la empresa Engevix, José Antunes Sobrinho, que aceptó colaborar con la Justicia y delatar a sus cómplices en diferentes corruptelas a cambio de la reducción de sus condenas.
El empresario aseguró que, a petición de Joao Baptista Lima Filho, pagó sobornos para adjudicarse un contrato en la construcción de la central nuclear Angra 3, y que estos pagos para favorecer a líderes del MDB eran de conocimiento de Temer y de Moreira Franco.
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Temer, que era el vicepresidente del país desde 2011 y asumió la jefatura del Estado en 2016 luego de que el Congreso destituyera a Rousseff por irregularidades en la presentación de las cuentas públicas, responde actualmente a diez procesos.
Cinco de los procesos estaban en manos de la Corte Suprema debido a que el exmandatario gozó de fuero privilegiado hasta el 1 de enero pasado, cuando le entregó el cargo al actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Pero con la pérdida del mandato, el líder del MDB perdió el fuero privilegiado y sus casos comenzaron a ser analizados por jueces de primera instancia, por lo que ya se esperaban medidas judiciales en su contra
La Fiscalía llegó a solicitar dos veces ante la Corte Suprema la apertura de juicios por corrupción contra Temer pero el Congreso, en donde el entonces presidente contaba con apoyo mayoritario, se negó a autorizar los procedimientos, por lo que los casos quedaron paralizados y sólo fueron retomados tras el fin de su mandato.
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