Una era de luces y de sombras: Vladimir Putin cumple 20 años al frente del poder en Rusia

El 9 de agosto de 1999 el presidente Boris Yeltsin lo nombró como primer ministro. Pocos imaginaban que el exagente de la KGB había llegado para quedarse.
El entonces director del Servicio Federal de Seguridad, antigua KGB, era el cuarto en ocupar el cargo en menos de 18 meses.
Con una imagen de reformista liberal, prometió poner orden. Pero fue volviéndose cada vez más conservador.
Se le reconoce haber restaurado el orgullo nacional tras la caída de la Unión Soviética y posicionado a Rusia como un actor determinante en la diplomacia mundial. Pero también se le culpa de haberla aislado.
La anexión de Crimea en 2014 y su oposición a la política estadounidense en Afganistán, Irak o Libia lo alejaron de occidente y, sobre todo, le critican haberse atornillado en el sillón de mando.
"Tengo 23 años, Vladimir Vladimirovich ya lleva 20 años en el poder. Hubo momentos buenos y malos, pero me gustaría ver algo nuevo", dice Alisa Raskovalova, estudiante de Medicina.
Por ahora, eso parece muy difícil. Putin ha hallado la forma de inhabilitar candidaturas que ofrezcan una alternativa. Todo lo que huela a oposición parece inadmisible.
Las protestas de los últimos días son síntoma de un malestar creciente. Han sido fuertemente reprimidas y líderes como Alexei Navalny, multados o llevados ante la justicia.
El estancamiento de la economía y denuncias sobre corrupción han disminuido su popularidad. Bajó de 80% a 60%; aún envidiable para cualquier líder.
Así lo explica Olga Mitsulya: "A mi edad, tengo 30 años, disfruto de muchas oportunidades. Por eso estoy agradecida con nuestro presidente. ¡Que continúe!".
Bien como presidente o como primer ministro, desde 1999 él ha llevado las riendas. En 2024, cuando cumpla 72 años, termina su cuarto periodo presidencial.
Ya tiene en su palmarés el título de segundo líder con más tiempo en el mando, después de Josef Stalin.
Muchos creen que Putin guarda la esperanza de ser el primero.