Entre ellos se encuentra la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Cancillería de ese país calificó la decisión como un acto de “injerencia y agresión”.
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, afirmó que no cederá a ninguna "amenaza" o "extorsión", tras ser sancionada este lunes por la Unión Europea (UE) a raíz de los comicios en que fue reelegido el presidente Nicolás Maduro.
"Ninguna amenaza, extorsión, medida arbitraria ni chantaje desviarán mi compromiso con la historia de libertad, dignidad y soberanía que nos legó Simón Bolívar", escribió Rodríguez en Twitter, al rechazar la decisión sobre ella y otros diez funcionarios.
"Jamás el mundo viejo imperial ni poder alguno doblegarán mi determinación", añadió la dirigente -una de las más cercanas a Maduro- hablando a título personal.
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Los cancilleres europeos reunidos en Luxemburgo sancionaron a Rodríguez por "usurpación de las competencias" del Parlamento cuando presidía la oficialista Asamblea Constituyente, que rige a Venezuela con poderes absolutos, además de utilizar al órgano "para atacar a la oposición".
La Constituyente -que en la práctica ha sustituido al Legislativo de mayoría opositora- adelantó las elecciones en que Maduro fue reelegido el pasado 20 de mayo para un segundo periodo hasta 2025.
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La UE considera que esa elección carece de "credibilidad".
Rodríguez, excanciller también sancionada por Estados Unidos y Canadá, consideró "ilícitas" las sanciones que le prohíben viajar a la UE y ordenan congelar los activos que pueda tener en los países del bloque.
"Aprovecho la oportunidad para autorizar a la alta representante (de la UE), Federica Mogherini, para disponer de supuestos bienes a mi nombre, que no existen, y los destine a la atención de la crisis migratoria que han generado con sus políticas belicistas, racistas y xenófobas", ironizó la vicepresidenta, que asumió este cargo el 14 de junio.
La decisión elevó a 18 los sancionados por la UE por menoscabar la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos en el país petrolero sumido en una debacle económica.
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Más temprano, el gobierno venezolano rechazó la medida como una "agresión continuada e injerencista" y una "intromisión" en sus asuntos internos, según un comunicado.
Por su parte, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, en el poder) negó que las sanciones signifiquen que Venezuela esté aislada y denunció que buscan "cercar al país".
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"Algunos creen que la Unión Europea o algunos países de la Unión Europea (...) que se arrodillan y mueven la colita como perro faldero ante Estados Unidos son la comunidad internacional", declaró en rueda de prensa Héctor Rodríguez, portavoz del PSUV, indicando que Venezuela despierta "admiración en otros pueblos del mundo".
En noviembre, la UE aprobó un primer paquete de sanciones basadas en un embargo de armas y material susceptible de usarse para la "represión interna" a propósito de las manifestaciones opositoras que dejaron 125 muertos en cuatro meses en 2017.