En mayo de 2019, una tragedia marcó para siempre la vida de una familia en el Valle del Cauca. Leidy Johana Soto Muñoz, madre de cuatro hijos, desapareció sin dejar rastro. Lo que comenzó como una angustiosa búsqueda terminó revelando un feminicidio que conmocionó a la ciudad. Su cuerpo fue hallado días después en el río Cauca, y el responsable resultó ser el hombre con quien compartió su vida por más de 15 años, el padre de sus hijos.La familia de Leidy Johana la describía como una mujer entregada a sus hijos. “Para ella su todo eran sus hijos, velaba por ellos”, recordaron en El Rastro. Por eso, cuando desapareció sin avisar y dejando a sus pequeños solos en casa, la preocupación fue inmediata. Les había dicho que saldría por un momento, pero nunca regresó.Pasadas las horas, la denuncia de su desaparición dio inicio a una búsqueda por parte de sus familiares y las autoridades. Nadie entendía qué había pasado con ella o cual podría ser su paradero.El cruel hallazgo del cuerpo de LeidyUna noche, un mensaje anónimo llegó a la familia: “A su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca”. Al día siguiente, un pescador encontró un cuerpo flotando en el río, cerca de Chinchiná, Caldas. Estaba en avanzado estado de descomposición y con laceraciones faciales causadas por animales carroñeros, de acuerdo con las declaraciones de las autoridades.El cadáver fue trasladado a Medicina Legal, donde se confirmó lo que nadie quería creer: se trataba de Leidy Johana Soto. Ahora, las autoridades ya no investigaban una desaparición sino un feminicidio.Desde el inicio, las autoridades manejaron dos hipótesis. La primera apuntaba a John Alexander Zamora, el padre de sus hijos y con quien Leidy había decidido terminar su relación un año antes, pero este, al ser interrogado por el paradero de la mujer, señaló a la nueva pareja de ella: Yesid López, con quien había iniciado una relación tras separarse.Yesid, aunque no era conocido por todos los allegados de Leidy, fue uno de los más activos en la búsqueda. Más adelante, la atención se centró en John Alexander cuando surgieron nuevas señales en su contra.Leidy había sido madre desde muy joven. Durante más de 15 años convivió con John Alexander, dedicándose por completo a su familia y dejando sus estudios a muy corta edad. Sin embargo, tras su cuarto embarazo, decidió someterse a un bypass gástrico. El procedimiento no solo transformó su cuerpo al perder peso, sino también cambió su vida.Se sintió renovada, con deseos de trabajar y crecer. La relación con John Alexander comenzó a deteriorarse. Los celos se intensificaron y, finalmente, Leidy decidió separarse. Tras luchar para lograr una estabilidad económica, consiguió un apartamento para vivir con sus hijos, pues antes vivían en cada de sus familiares.Las pistas que delataron al feminicidaUna vecina del barrio donde vivía Leidy recordó haberla visto discutiendo con un taxista antes de los hechos. Las características del conductor coincidían con las de John Alexander, quien había comenzado a trabajar como taxista bajo el nombre falso de Harold Gómez.Yesid también relató a las autoridades que, días antes, un taxi había intentado atropellarlos. Leidy le dijo que el conductor era su expareja. La Policía rastreó el vehículo y, tras un exhaustivo análisis, encontró rastros de sangre, lo que reforzó la hipótesis de que John Alexander era el agresor.John Alexander se escondió en zona rural de Corinto, Cauca, hasta que el 15 de octubre de 2019, en estado de embriaguez, llegó a la casa de su hermano en Santander de Quilichao y como las autoriades tenían intervenidas las comunicaciones de su fmamilia, se enteraron de su ubicación y llegaron allí para capturarlo. Aunque al inicio negó los cargos, en enero de 2020, aceptó su responsabilidad. Fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por feminicidio.Según las autoridades, el sujeto aseguró que tenía celos de su expareja debido a la transformación física de Leidy tras la cirugía y su decisión de rehacer su vida con un nuevo amor. “Que se arrepienta y que le pida mucho perdón a Dios y a sus hijos porque los que les ha hecho más daño fue a los hijos”, expresó la familia de Leidy tras conocer la sentencia. “Nunca me imaginé que terminara en tragedia”, agregaron sobre este cruel crimen.Hoy, los cuatro hijos de Leidy viven con el recuerdo de su madre y el vacío que deja su ausencia. La familia lucha por salir adelante, pero el dolor sigue presente.
Son varias las familias colombianas que enfrentan el drama de la deportación como consecuencia de las políticas migratorias del Gobierno Trump en Estados Unidos. Quienes partieron en busca del sueño americano hoy ven sus vidas profundamente marcadas por decisiones que han roto hogares construidos durante años. Los Informantes conoció los testimonios de colombianos que relataron, entre lágrimas, la dura travesía del regreso forzado y el profundo dolor de haber sido deportados. Hoy, con una nueva crisis diplomática entre los Gobiernos de Donald Trump y Gustavo Petro, algunos temen que las implicaciones tanto para viajeros como para migrantes sean cada vez más fuertes. Después de 35 años viviendo en Estados Unidos, Gladys y Nelson González fueron deportados. Dejaron atrás una vida construida con esfuerzo y el sueño de ofrecer un mejor futuro a su familia. Hoy, sus hijas enfrentan la dolorosa realidad de una separación.El sueño americanoEn diciembre de 1989, la pareja llegó a Estados Unidos. Eran jóvenes, estaban enamorados y cargaban una maleta llena de anhelos. Buscaban mejores oportunidades y alcanzar el sueño americano.“Nosotros cruzamos por Tijuana. En la frontera era que había un cambio de guardia a la media noche. Mientras salían los oficiales y entraban eran un lapso de que unos 15, 30, minutos y en ese momento era cuando la gente cruzaba. En ese tiempo no existía el muro”, contó Gladys.Cruzaron caminando la playa de Tijuana, México, hasta San Diego, California, Estados Unidos. Desde que pisaron suelo americano, trabajaron sin descanso: lavaron platos, hicieron limpieza, pintaron apartamentos y repartieron periódicos para salir adelante.Se casaron, se convirtieron al cristianismo y, con mucho esfuerzo, lograron establecerse en Estados Unidos, pese a las barreras del idioma y las diferencias culturales. Llegaron con muchas ilusiones y metas, incluyendo la intención de legalizar su situación migratoria. En ese país nacieron sus tres hijas: Jessica, hoy de 33 años; Stephanie, de 28, y Gabriela, de 23, todas ciudadanas estadounidenses.“Me dieron el permiso de trabajo y pude sacar un seguro social bueno. Entonces, aproveché, fui a estudiar flebotomía. Fui técnico de electrocardiograma. Yo me dediqué por 21 años a hacer exámenes médicos para seguros de vida”, dijo Nelson.Problemas con su situación migratoriaEn 1994, su solicitud de asilo fue rechazada debido a inconsistencias en la fecha de ingreso al país presentadas ante la corte migratoria. Durante años renovaron el permiso de trabajo y apelaron el caso sin éxito."Nos dio orden de deportación por eso. Entonces, desde ese tiempo nosotros empezamos a apelar nuestro caso. Hicimos de todo lo que fue posible, apelar al circuito, apelar a la Cámara”, mencionó Gladys.A pesar de tener los documentos válidos para trabajar, su estatus legal nunca se resolvió. “Siempre fuimos conscientes de que íbamos a salir. Lo único que nunca de la manera como nos sacaron, ese 21 de febrero fue drástico, fue cruel”.Lo que tanto temían, finalmente ocurrió. El 21 de febrero de 2025 acudieron, como siempre, a su cita rutinaria con inmigración, sin imaginar que ese día serían detenidos, esposados y trasladados sin previo aviso. Ni siquiera tuvieron la oportunidad de despedirse de sus hijas ni de abrazar a su nieto.Pasaron por varios centros de detención en EE. UU., sin información clara y con condiciones duras. “En ese momento cuando nos arrestaron, eso me dolió muchísimo de la manera como a mi esposa la esposaron. Yo solo le podía decir a ella, perdóname”, recordó Nelson.Gladys y Nelson González pasaron a engrosar la lista de colombianos detenidos para ser deportados de Estados Unidos. Relataron las difíciles condiciones a las que fueron sometidos: permanecieron esposados de manos y pies y fueron trasladados de un centro de detención a otro sin explicaciones.“Ingresé al centro de detención a las tres de la mañana. Me tomaron fotos, huellas, todo el proceso de ingreso, como un preso. Me dieron uniforme. La primera semana fue muy dura, no paraba de llorar”, comentó Gladys.Otros testimonios: “Sueño del infierno”Así como la de Gladys y Nelson, son miles las historias de colombianos que dejaron el país en busca de mejores oportunidades. Muchos no dudaron en gastar todos sus ahorros e incluso endeudarse con tal de alcanzar el sueño americano. Ese fue el caso de Jaime Valdiris, un barranquillero de 51 años que, tras planear su viaje, recurrir a préstamos con los llamados gota a gota y confiar en coyotes para cruzar por México hacia Estados Unidos, vio frustrado su intento.“Yo me fui a buscar el sueño americano y lo que fui a encontrar fue un sueño de infierno, el sueño de la odisea, una pesadilla”, señaló.Tomó la decisión de dejar el país luego de que un amigo le hablara de la posibilidad de ganar mucho dinero en poco tiempo. Un coyote le cobró cerca de $25 millones por los tiquetes, el alojamiento y la promesa de llevarlo hasta San Diego, California.El 11 de enero de 2025, Valdiris estaba en un hostal de Tijuana, México, esperando la orden de los coyotes para cruzar a los Estados Unidos. "Había varias personas, de todos lados, ahí nadie se conoce con nadie, ahí es sálvese quien pueda. ¿Sabes? Ahí juega la ley del vivo. Nos llevaron a una carretera donde de repente nos dijeron los coyotes que corramos”, afirmó.La idea era cruzar la frontera, entregarse a las autoridades, pedir asilo y así obtener un permiso de trabajo temporal. Pero nada salió como lo había planeado. Jaime Valdiris fue detenido y, once días después, se convirtió en uno de los primeros colombianos deportados por el gobierno del presidente Donald Trump.El día de su deportación lo esposaron y lo montaron en un bus junto a otros colombianos. “Yo me sentí como un delincuente, como ellos me gritaron como un narcotraficante, como un violador, como un matón”.Regresó a Colombia sin un peso en el bolsillo. Sus amigos reunieron dinero para pagarle el pasaje a Barranquilla. No solo perdió la oportunidad de vivir en Estados Unidos, sino que tiene más de $25 millones en deudas. "Fue el peor error que he hecho en mi vida, irme a Estados Unidos a haber vivido el infierno que viví”, concluyó.La dura realidad de la deportaciónTanto la familia González como Jaime Valdiris vivieron en carne propia el dolor de la deportación. Tuvieron que empezar de cero, enfrentando una nueva realidad lejos del país donde visualizaron sus sueños.En el caso de Gladys y Nelson, la separación forzada de sus hijas y la incertidumbre sobre si algún día podrán regresar a Estados Unidos los acongoja a diario. Para Jaime, el regreso representó enfrentarse a una deuda abrumadora y al fracaso de una promesa que, lejos de cumplirse, se transformó en una pesadilla.
Cómo son por dentro las cárceles más peligrosas de Colombia es una pregunta que recurrentemente se hacen algunos curiosos y el programa Los Informantes, de Caracol Televisión, ha tenido acceso, entre otras, a La Picota, Cómbita, La Tramacúa y Bellavista. También, en el año 2018, un equipo periodístico ingresó al centro de detención de Guantánamo, un lugar mundialmente famoso por ser en el que otras épocas las torturas eran estrategia de guerra. Así se vive tras las rejas. Cárcel de CómbitaEn 2014, por primera vez una cámara logró entrar al lugar que albergaba a los delincuentes más difíciles y violentos de Colombia: el pabellón de tratamiento especial (UTE) de la cárcel de Cómbita, en Boyacá. En este tenebroso lugar, al que llamaron ‘el infierno dentro del infierno’, las celdas son de concreto, de 3 metros por 3, los prisioneros están totalmente aislados del resto del mundo y tienen derecho a una hora de sol en las “jaulas de luz”. Las medidas de seguridad aquí son especiales.La cárcel de Cómbita es una de las dos de máxima seguridad que hay en Colombia, abrió sus puertas en 2002 y tiene 8 pabellones. Los controles son extremos, hay cámaras de seguridad de alta resolución, máquinas de rayos X, reflectores y esclusas electrónicas que hacen impensable escaparse, aunque unos pocos lo han logrado, pero con apoyo y corrupción.Cárcel de Bellavista, en AntioquiaDurante años, el hacinamiento en la cárcel de Colombia ha sido noticia. En 2015, Los Informantes visitó el penal de Bellavista, en Antioquia, en donde los reclusos han dormido de pie, en baños y hasta colgados de las rejas.Aunque esta prisión tiene capacidad para 1.831 internos, año tras año el hacinamiento supera el 50%. En 2024, albergaba 3.034 presos, según cifras oficiales. En este lugar, los reclusos sobreviven en condiciones infrahumanas, en medio de roedores, olores nauseabundos, droga y hasta armas.La Picota, en BogotáEl Complejo Penitenciario y Carcelario La Picota, ubicado en Bogotá, fue construido entre 1936 y 1946 y es considerado uno de los más temidos de Colombia. En 2018, Los Informantes conoció el testimonio de un hombre que estuvo recluido allí y contaba que cómo “vivir bien” podía llegar a costar hasta 600 millones de pesos. "Se veía todo tipo de corrupción. Todo el mundo allí adentro tiene conocimiento de lo que sucede", contó el hombre que estuvo preso en La Picota. Aseguró que durante los 5 años que estuvo en la cárcel en promedio gastó 500 millones de pesos para sus "gastos internos". Hay patios a los que los mismos reclusos les llaman ‘Dubái’. Narcotraficantes, políticos corruptos y paramilitares pagan por privilegios. Desde comida gourmet hasta fiestas con licor, música en vivo y acceso a PlayStation.Cárcel La TramacúaEl ambiente en la cárcel La Tramacúa, en Villavicencio, es caliente, no solo porque las temperaturas en esta región rozan los 40 grados, sino porque los reclusos son los más peligrosos, mediáticos y de más alto perfil en Colombia están allí: reclusos acusados de violación, feminicidio, homicidio, masacres y pedofilia.Fue construida en el año 2000, tiene 12 pabellones y más de 1.000 presos. En esta cárcel, el terror y la desolación abarcan los muros de concreto espeso y hierro reforzado y durante años se han reportado torturas, amenazas, aislamiento extremo y graves violaciones de derechos humanos. “A uno de funcionario le decían ‘te trasladaron para La Tramacúa’ y daba miedo”, le dijo a Los Informantes un guardia del Inpec en 2023. Para este año, reclusos de distintas ideologías (AUC, FARC, etc.) se inventaron una "mesa de paz" y lograron acuerdos para reducir la violencia entre ellos y con la guardia.Guantánamo: prisión sin juicio ni derechosLos Informantes entraron en 2018 a Guantánamo, la base naval de Estados Unidos en Cuba a la que fueron enviados durante años sospechosos de terrorismo, algunos sin cargos, sin debido proceso y sin juicio. Alcanzó a albergar hasta a 800 hombres a los que EE. UU. llamó "combatientes enemigos ilegales" y no prisioneros de guerra.En la cárcel de Guantánamo las celdas son pequeñas, sin privacidad, los pisos y las paredes son de cemento y cada una tiene un inodoro, un lavamanos y un espejo de acero inoxidable. Las duchas son comunales. Los presos tienen objetos mínimos: Corán, diccionario y ropa básica. Consumen tres comidas al día y les dan herramientas para que puedan preparar sus alimentos con su propia sazón.Además, en el patio hay una balanza en el piso para tener controlado el peso, para vigilar cada kilo de más o de menos, porque las huelgas de hambre en Guantánamo han sido noticia desde 2001, cuando se construyó la prisión.
Leidy Johana Soto Muñoz, madre de 4 menores, desapareció en mayo de 2019, en Cali, Valle del Cauca, tras dejar a sus hijos solos en casa. Horas después, su familia comenzó una búsqueda desesperada al notar que no regresó y lo que encontró con el pasar de los días fue realmente trágico. El Rastro conoció los detalles de este terrible caso de feminicidio que dejó perpleja a una comunidad.Karol Soto, sobrina de Leidy Johana, al igual que toda su familia recuerdan a su tía como “una persona muy dedicada a sus hijos, para ella su todo eran sus hijos, velaba por ellos”. Por eso, desde el primer momento les pareció muy extraño que los hubiera dejado solos en casa.Una relación de añosDurante más de 15 años, Leidy había tenido una relación con John Alexander Zamora, padre de sus cuatro hijos. Ella, cuentan sus familiares, se dedicó al cuidado de su familia, pero con el paso del tiempo su aspecto físico cambió a tal punto que se le convirtió en un dolor de cabeza, pues decía que con cada embarazo estaba ganando peso considerablemente y por ello tomó la decisión de someterse a un bypass gástrico que terminó siendo el preámbulo de varios problemas con su pareja.Tanto la hermana de Leidy como su mamá relataron en El Rastro que, tras el último embarazo, la joven decidió separarse de John Alexander porque surgieron episodios de celos y control que no estaba dispuesta a tolerar. “Cuando ella decidió separarse de él, empezó a trabajar en oficios varios, quería vivir con los niños sola, pero aún no se le daban las cosas”, por lo que inicialmente sus hijos permanecían en casa de su hermana Marley, su hermano, Diego, o con su mamá, Rubiela Muñoz.Después de dos años de su separación y ya con la alegría de tener una vivienda para ella y sus cuatro hijos, Leidy encontró trabajo en una discoteca e incluso conoció a un hombre, Yesid López Medina, de 30 años, con quien inició una relación, aunque no quiso hacerla pública desde el primer momento.Las hipótesis de la desaparición de LeidyAunque todo marchaba bien para ella, el 22 de mayo de 2019 desapareció en extrañas circunstancias y la pregunta de sus seres queridos era una sola: ¿dónde está Leidy? “Teníamos toda la esperanza de que estuviera bien, de que de pronto se hubiera ido para algún lado o que de pronto estuviera con la expareja y no hubiera dicho”, comentó su hermano en El Rastro.Sin embargo, pese a que contactaron rápidamente a John Alexander, su exesposo, para preguntarle si tenía información de ella, este rápidamente negó cualquier contacto. La familia emprendió una búsqueda incansable tanto en las calles de la ciudad como en redes sociales y ahí empezaron a llegarles “pequeñas pistas” que los ilusionaban, pero nada concreto. A los 3 días de la desaparición, las autoridades fueron informadas e iniciaron una investigación.En medio de las pesquisas, los investigadores volvieron a tomar contacto con John Alexander y fue él quien les mencionó a Yesid López Medina: “Él decía que no sabía nada, que no tenía contacto con ella, que tenía días que no hablaba con ella, que por qué no verificaban con la pareja actual que tenía”, reveló Jhon Álvarez, del Gaula de Cali, en El Rastro. Así, empezaron a manejar dos hipótesis, una que señalaba a la expareja de Leidy y otra a su nueva relación.Pese a que el círculo cercano de Leidy no sabía de esa nueva relación, algunos familiares y amigos sí lo reconocieron y, de hecho, destacaron que Yesid López Medina fue uno de los más activos en la búsqueda de la joven madre desaparecida.Estremecedor mensajeUna noche, mientras esperaban por información sobre el paradero de su hermana, Marley recibió un mensaje anónimo que le advertía lo peor: "A su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca". En ese momento, su familia contempló por primera vez la posibilidad de que estuviera muerta.Aunque no se supo exactamente quién envió este mensaje, paradójicamente al día siguiente de recibir el perturbador texto y a unos 300 kilómetros de Cali, Valle, un pescador encontró un cuerpo en el río Cauca. El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición, por lo que no se podían determinar signos de violencia, pero los investigadores lograron identificar que se trataba de una mujer y que este llevaba aproximadamente una semana flotando en el río. Una vez lo trasladaron a Medicinal Legal, la familia de Leidy confirmó su identidad.“Cuando voy a verla, ella inclusive tenía la misma ropa con la que había salido de la casa. Me muestran una parte del vestido, una sandalia, porque la otra el río se la había arrancado, y yo digo: ‘sí, es ella’. Me mostraron también una joya que le sacaron del dedo”, reveló su hermano Diego, quien dice que son imágenes que quiere borrar de su cabeza.¿Quién era el responsable de la muerte?Tras encontrar el cuerpo, continuó la investigación para dar con el responsable del crimen y entre las pesquisas las autoridades encontraron el testimonio de una mujer que aseguraba que había visto a Leidy discutir con alguien y subirse a un taxi. Luego, identificaron el vehículo y descubrieron que era conducido por John Alexander Zamora, quien lo dejó abandonado en un taller.En el taxi se hallaron rastros de sangre y varias intervenciones telefónicas confirmaron que John se desplazó al Cauca tras la desaparición Leidy. Una vez identificado como responsable del crimen, fue capturado en Santander de Quilichao, Cauca - en donde se escondió por semanas - el 15 de octubre de 2019, 5 meses después del homicidio.Ante la evidencia de la Fiscalía, en enero de 2020 el sujeto aceptó su responsabilidad frente al crimen de su expareja y fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por el delito de feminicidio.La familia de Leidy carga con el dolor de la pérdida y lo único que espera es que John “se arrepienta, le pida perdón a Dios y a sus hijos porque hizo un daño muy grande”.
Barranquilla se prepara para vivir una nueva fiesta musical con la octava edición del Festival Timeless, un evento que se ha consolidado como la principal plataforma de música alternativa en la ciudad y que cada año crece en ambición y alcance. La cita será el sábado 30 de agosto en el Gran Malecón del Río, uno de los escenarios más vibrantes de la capital del Atlántico.El cartel oficial promete una experiencia diversa y de primer nivel. Entre los invitados internacionales destacan la banda puertorriqueña Cultura Profética, ícono del reggae en español, y Bacilos, grupo reconocido por su fusión de pop y ritmos latinos. También subirán al escenario el dúo mexicano Clubz, el cantautor colombiano Duplat y la potente agrupación Systema Solar, referente de la electrónica y la cultura caribeña.El festival también celebra y amplifica el talento del Caribe colombiano con artistas como Maparche, Teddy Pank, Bruno Libonati y Myuras, además de abrir espacio para grupos emergentes que están definiendo la nueva cara de la música en la ciudad. Según los organizadores, la apuesta es consolidar el evento como una plataforma clave para el desarrollo de nuevos artistas locales, fortaleciendo la identidad cultural de la región.Mucho más que música: gastronomía y emprendimiento localEl Festival Timeless no solo es un encuentro musical. Contará con la Plaza Timeless, un espacio dedicado a emprendimientos y marcas que dinamizan la economía de la Costa Caribe, así como una amplia oferta gastronómica pensada para resaltar la riqueza culinaria local."Es un festival que crece año tras año y que hoy en día es el único espacio dedicado a la música alternativa en Barranquilla", explican los organizadores. El evento busca consolidar a la ciudad como un punto de referencia en la agenda cultural nacional, al tiempo que promueve propuestas musicales innovadoras para el público de Barranquilla, Santa Marta y Cartagena.Un escenario con historia y gran convocatoriaEl Gran Malecón del Río, ubicado en la ribera occidental del Río Magdalena, se ha consolidado como un espacio ideal para eventos masivos al aire libre. Cada fin de semana recibe a más de 30.000 visitantes, quienes disfrutan de su ambiente fresco, vistas panorámicas y espíritu caribeño.En su última edición presencial, el Festival Timeless reunió a más de 4.000 asistentes, demostrando el creciente interés del público por la música en vivo y las propuestas alternativas. Desde su fundación en 2017, el festival ha tenido ediciones presenciales en 2018 y 2019 y adaptó su formato a lo virtual en 2020 debido a la pandemia.Ya puede adquirir su entradaLas entradas para esta octava edición están disponibles desde $129.000 pesos a través de Taqui, plataforma oficial del evento. Los organizadores invitan al público a asegurar su entrada con tiempo y a disfrutar de una experiencia que combina música en vivo, emprendimiento local y la alegría inconfundible del Caribe colombiano. El Festival Timeless 2025 se perfila así como un evento imprescindible para los amantes de la música alternativa y una vitrina para el talento que está renovando la escena nacional.
Este sábado 5 de julio de 2025 se celebra una nueva edición de la Lotería de Boyacá, uno de los sorteos más antiguos y emblemáticos de Colombia. Miles de apostadores en todo el país se preparan para vivir una noche cargada de expectativa, soñando con ser uno de los ganadores de los múltiples premios que ofrece la lotería.El evento corresponde al sorteo número 4579, que podrá seguirse en directo a través de Canal Trece y las plataformas digitales oficiales de la entidad, como Facebook Live y YouTube. Además, la jornada coincidirá con los sorteos de Baloto y Revancha, ampliando las posibilidades para quienes decidan probar suerte.Resultados del sorteo del sábado 5 de julio de 2025En esta ocasión, la Lotería de Boyacá mantiene su atractivo premio mayor de 15.000 millones de pesos, consolidándola como una de las más generosas del país.Según la transmisión oficial, los números ganadores del premio mayor fueron:Número: 0619Serie: 462Junto al premio principal, el sorteo reparte otros incentivos significativos que aumentan las oportunidades de ganar. Entre ellos están los premios Fortuna, Alegría, Ilusión y Esperanza, además de la posibilidad de llevarse una camioneta Toyota o participar en el popular Boyalotto.Lista de premios disponiblesLa estructura de premios de la Lotería de Boyacá ofrece opciones para diversos perfiles de apostadores. Estos son los montos para esta edición:Premio mayor: $15.000 millonesPremio Fortuna: $1.000 millonesPremio Alegría: $3.400 millonesPremio Ilusión: $200 millonesPremio Esperanza: $100 millonesCamioneta ToyotaPremio BoyalottoEsta variedad de premios hace que no solo el premio mayor sea el protagonista: muchos jugadores apuestan con la ilusión de quedarse con alguna de las recompensas secundarias, que también representan sumas significativas.¿Cómo participar en la Lotería de Boyacá?Jugar la Lotería de Boyacá es muy sencillo, gracias a sus múltiples opciones de compra. Cada billete cuesta $20.000 y está dividido en cuatro fracciones de $5.000, lo que permite compartir la apuesta entre varias personas.Para quienes prefieren el método tradicional, los billetes están disponibles en puntos de venta aliados en todo el país, como:BalotoGanaMáquinas SipagaPaga Todo (Bogotá)Red JER (Boyacá y Amazonas)Puntos Codesa (Cali)Locales de la cadena La 14Además, para mayor comodidad, existe la opción de compra en línea. Desde el portal oficial de la Lotería de Boyacá se puede acceder a la sección “Compra en línea”, donde funcionan dos plataformas autorizadas: Loti y LottiRed.El proceso digital es rápido y seguro:Ingresar al portal web de la lotería.Seleccionar la plataforma habilitada.Escoger número y serie. Indicar la cantidad de fracciones.Realizar el pago.El billete queda almacenado digitalmente, lo que evita problemas por pérdida o deterioro del formato físico. En caso de resultar ganador, el comprobante electrónico sirve para iniciar el proceso de cobro.Recomendaciones para reclamar los premiosSi es uno de los afortunados ganadores, es importante recordar algunos aspectos clave. Según la Corte Constitucional de Colombia, hay un plazo de un año, contado desde la fecha del sorteo, para presentar la reclamación. Pasado ese tiempo, el derecho al cobro se pierde automáticamente.Además, la organización de la Lotería de Boyacá recomienda conservar cuidadosamente el billete físico o preferir la compra digital. En caso de extravío del billete físico sin respaldo digital, no será posible hacer efectivo el premio.Lo que debes tener en cuenta al participarMás allá de los premios atractivos, la Lotería de Boyacá mantiene una tradición histórica y una base de jugadores fieles en Colombia. Sin embargo, participar conlleva ciertas responsabilidades:Verificar siempre la numeración y las fracciones antes del sorteo.Consultar resultados únicamente por canales oficiales.Evitar compartir información personal o códigos de verificación con terceros, especialmente al comprar en línea.Con estas precauciones, la experiencia de participar puede ser segura y emocionante, manteniendo viva la tradición de uno de los sorteos más queridos del país.LAURA CAMILA RAMOS CONDENOTICIAS CARACOL
El cantante José Matera, voz líder de la reconocida banda colombiana Los de Adentro, se encuentra en su hogar recuperándose tras haber sido intervenido quirúrgicamente por una herida de bala en el abdomen. Así lo confirmó el grupo mediante un comunicado oficial, en el que aseguraron que el artista “ya se encuentra en casa, en compañía de su familia, y enfocado en su proceso de recuperación”.El incidente ocurrió en la mañana del viernes 4 de julio en Barranquilla, ciudad natal del artista y donde reside. Según detalló la agrupación, Matera estaba descansando en su vivienda cuando intervino en un altercado ajeno al notar que uno de sus familiares estaba en riesgo. “José se vio sorprendido por un altercado que no lo involucraba directamente. Sin embargo, al percatarse de que uno de sus familiares se encontraba en situación de riesgo, intervino con la intención de calmar los ánimos”, explicó la banda en su declaración. Fue en medio de esa confusión cuando recibió el disparo.Gracias a la pronta reacción de sus allegados y al trabajo del equipo médico de la Clínica del Caribe, su evolución ha sido positiva. “Agradecemos profundamente los mensajes de solidaridad, cariño y apoyo recibidos por parte de sus seguidores, colegas y medios de comunicación. Estos gestos han sido fundamentales en este momento difícil”, manifestó la banda, solicitando también respeto por la privacidad de su vocalista mientras continúa su recuperación.¿Quién es José Matera?José Matera es el vocalista principal y el rostro más reconocible de Los de Adentro, una de las bandas más emblemáticas del pop rock colombiano. Nacido en Barranquilla, es conocido por su potente voz y carisma en el escenario, atributos que lo consolidaron como una figura clave del rock en español de los años 2000.Formada en 1996, Los de Adentro alcanzó notoriedad con su disco homónimo de 1999, que les abrió puertas a nivel nacional e internacional. Con un sonido que combina letras sensibles, guitarras melódicas y arreglos potentes, llegaron a firmar con Sony Music y compartieron escenarios con artistas como Juanes, Shakira y Sin Bandera.A pesar del difícil momento, la banda aseguró que, cuando sea oportuno, retomará sus compromisos musicales, incluida su próxima gira nacional. “Nuestro compromiso con la música y con el público que nos ha acompañado durante tantos años sigue intacto”, concluyeron.LAURA CAMILA RAMOS CONDENOTICIAS CARACOL
La primera plana del fútbol portugués y del Liverpool dieron el último adiós este sábado al que fuera jugador del equipo británico Diogo Jota y a su hermano André en el funeral celebrado en Gondomar, en la periferia de Oporto, en el norte de Portugal, donde ambos crecieron. A la Iglesia Matriz de Gondomar, en la que tuvieron lugar las exequias, asistieron el seleccionador de Portugal, el español Roberto Martínez, que viajó la pasada madrugada desde Estados Unidos, donde está siguiendo el Mundial de Clubes; el presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), Pedro Proença; y antiguos compañeros del equipo nacional, como Bernardo Silva, João Moutinho, Rúben Dias, João Félix o Rui Patrício.También desde Estados Unidos voló su colega de la selección Rúben Neves, jugador del Al Hilal saudí, que se montó en el avión de camino al país ibérico, después de ser eliminado ayer en el Mundial de Clubes por el Fluminense brasileño.Futbolistas y equipo técnico del Liverpool llegaron portando dos camisetas de flores con el número 20, de Diogo Jota, y el 30, de André Silva, que jugaba en el Penafiel luso. El defensa Virgil van Dijk portaba la del 20, mientras que la de André Silva la llevaba el centrocampista Jordan Henderson. Asistieron al funeral, además, otros compañeros y excompañeros de Diogo Jota como Tiago Alcántara, Fabinho, Ricardo Carvalho y Nelson Semedo, y el que fuera su agente, Jorge Mendes, además del presidente del Oporto, André-Vilas Boas, en cuyo club jugó el delantero.Tras la entrada de los invitados, los dos féretros fueron sacados de la Capilla de la Resurrección, justo detrás de la iglesia, para ser llevados al interior del templo, escoltados por jugadores, amigos y los familiares rotos de dolor.El emotivo mensaje del obispo de Oporto a la familia del jugadorLas exequias fueron oficiadas por el obispo de Oporto, Manuel Linda, y pese a que la ceremonia fue privada, se colocaron altavoces en el exterior para que la prensa y los numerosos vecinos de Gondomar que se acercaron para apoyar a la familia, muy conocida en el pueblo, pudieran oír la homilía. Linda dirigió un mensaje a los tres hijos menores que deja Diogo Jota: "Queridos Dinis, Mafalda y Duarte, hijos que no están aquí, en este momento ustedes sufren inmensamente o tal vez no, porque no entienden aún". "Voy a rezar mucho por ustedes, quien sufre mucho es su madre y sus abuelos. Ver los restos mortales de un hijo debe de ser un tormento mayor, y más cuando son dos sarcófagos", dijo el obispo."Es difícil ver a un adulto llorar, pero más difícil es ver a un niño. Les envío un saludo especial a través de su madre y abuelos. Estoy con ustedes, pero Jesús está también con ustedes", remarcó.Se da la circunstancia de que el jugador se había casado con su pareja desde hacía 13 años, Rute Cardoso, el pasado 22 de junio, con la que tenía tres hijos menores de edad, de cuatro y dos años, y la pequeña de ocho meses. Al finalizar la misa, el cortejo fúnebre salió de la iglesia para ir al vecino cementerio donde los dos hermanos fueron enterrados. A la salida del recinto, futbolistas, técnicos, parientes y amigos fueron abandonando el lugar con caras de desconsuelo y muy afectados.Diogo Jota, de 28 años, y su hermano André, de 25, fallecieron en la madrugada del jueves en un accidente de tráfico en la A52, en Cernadilla (Zamora, España). El delantero, formado en los clubes lusos del Gondomar y Paços de Ferreira, fue jugador del Atlético de Madrid en 2016 y posteriormente jugó cedido en el FC Porto hasta 2018, cuando pasó a la liga inglesa. Desde 2020 era futbolista del Liverpool. Su hermano André Felipe Silva también era futbolista y jugaba en el Penafiel, un equipo de la segunda división portuguesa.EFE
La presentadora de Código Caracol y conductora de 'Mañanas Blu' en Blu Radio, Camila Zuluaga, anunció al finalizar su programa de radio que se ausentará por unos meses de las producciones para dedicarse a cuidar a su segundo bebé. Zuluaga es una de las periodistas más reconocidas de Colombia, con una trayectoria que combina rigor investigativo, formación académica sólida y presencia destacada en radio y televisión. La periodista ha construido su carrera apostando por un periodismo incisivo y claro, con un énfasis especial en temas judiciales y constitucionales.Su paso por los medios empezó muy joven: fue actriz en la popular serie Padres e Hijos a finales de los noventa, y más tarde se abrió camino como DJ en Los 40 Principales y como la primera colombiana en conducir un programa en MTV Latinoamérica. Sin embargo, fue su incursión en el periodismo radial la que consolidó su nombre. En 2008 se unió a La W Radio bajo la dirección de Julio Sánchez Cristo, donde desarrolló un estilo investigativo marcado por la búsqueda de respuestas directas a los poderosos.Más adelante, dirigió y presentó espacios en televisión como Puntos Cardinales y Red Más Noticias, y desde 2018 es la voz al frente de Mañanas Blu 10 a.m. en Blu Radio, además de conducir la sección Código Caracol en Noticias Caracol. Su trabajo ha sido reconocido con premios como el Simón Bolívar en las categorías de mejor noticia en radio y mejor entrevista, así como con el galardón a periodista revelación del año del Círculo de Periodistas de Bogotá.Zuluaga se dedicará a cuidar a su segundo bebéLa periodista, al finalizar su programa de 'Mañanas Blu' el pasado miércoles 2 de julio, anunció que se ausentará algunos meses del programa para dedicarse a cuidar a su segundo bebé y aseguró que se embarcará en "una nueva aventura". "A partir de hoy me voy a ausentar unos meses porque comienzo una nueva aventura: nuevamente ser mamá. Así que me tomo una pausa para la licencia de maternidad, para cuidar a mí bebé y lo más importante que uno tiene que, para mí, es la familia", dijo la presentadora. Recordemos que en 2022, se convirtió en madre por primera vez de Cayetana, compartiendo en redes sus sentimientos sobre el embarazo y la llegada de su hijaAdemás, recordó a sus oyentes que: "estaré fuera de los micrófonos durante unos meses, durante los meses de la licencia de maternidad, pero ustedes se quedan con el equipo maravilloso de 'Mañanas Blu' que los va a seguir acompañando con todo el compromiso y la pasión de siempre para seguirles informando lo que pasa en Colombia y el mundo". Finalmente, Zuluaga agradeció a sus escuchas por estar ahí y también por "entender que detrás de muchas mujeres como yo está la voz de una mamá que hoy hace una pausa laboral". LAURA CAMILA RAMOS CONDE NOTICIAS CARACOL