
En mayo de 2019, una tragedia marcó para siempre la vida de una familia en el Valle del Cauca. Leidy Johana Soto Muñoz, madre de cuatro hijos, desapareció sin dejar rastro. Lo que comenzó como una angustiosa búsqueda terminó revelando un feminicidio que conmocionó a la ciudad. Su cuerpo fue hallado días después en el río Cauca, y el responsable resultó ser el hombre con quien compartió su vida por más de 15 años, el padre de sus hijos.
La familia de Leidy Johana la describía como una mujer entregada a sus hijos. “Para ella su todo eran sus hijos, velaba por ellos”, recordaron en El Rastro. Por eso, cuando desapareció sin avisar y dejando a sus pequeños solos en casa, la preocupación fue inmediata. Les había dicho que saldría por un momento, pero nunca regresó.
Pasadas las horas, la denuncia de su desaparición dio inicio a una búsqueda por parte de sus familiares y las autoridades. Nadie entendía qué había pasado con ella o cual podría ser su paradero.
El cruel hallazgo del cuerpo de Leidy
Una noche, un mensaje anónimo llegó a la familia: “A su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca”. Al día siguiente, un pescador encontró un cuerpo flotando en el río, cerca de Chinchiná, Caldas. Estaba en avanzado estado de descomposición y con laceraciones faciales causadas por animales carroñeros, de acuerdo con las declaraciones de las autoridades.
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El cadáver fue trasladado a Medicina Legal, donde se confirmó lo que nadie quería creer: se trataba de Leidy Johana Soto. Ahora, las autoridades ya no investigaban una desaparición sino un feminicidio.
Desde el inicio, las autoridades manejaron dos hipótesis. La primera apuntaba a John Alexander Zamora, el padre de sus hijos y con quien Leidy había decidido terminar su relación un año antes, pero este, al ser interrogado por el paradero de la mujer, señaló a la nueva pareja de ella: Yesid López, con quien había iniciado una relación tras separarse.
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Yesid, aunque no era conocido por todos los allegados de Leidy, fue uno de los más activos en la búsqueda. Más adelante, la atención se centró en John Alexander cuando surgieron nuevas señales en su contra.
Leidy había sido madre desde muy joven. Durante más de 15 años convivió con John Alexander, dedicándose por completo a su familia y dejando sus estudios a muy corta edad. Sin embargo, tras su cuarto embarazo, decidió someterse a un bypass gástrico. El procedimiento no solo transformó su cuerpo al perder peso, sino también cambió su vida.
Se sintió renovada, con deseos de trabajar y crecer. La relación con John Alexander comenzó a deteriorarse. Los celos se intensificaron y, finalmente, Leidy decidió separarse. Tras luchar para lograr una estabilidad económica, consiguió un apartamento para vivir con sus hijos, pues antes vivían en cada de sus familiares.

Las pistas que delataron al feminicida
Una vecina del barrio donde vivía Leidy recordó haberla visto discutiendo con un taxista antes de los hechos. Las características del conductor coincidían con las de John Alexander, quien había comenzado a trabajar como taxista bajo el nombre falso de Harold Gómez.
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Yesid también relató a las autoridades que, días antes, un taxi había intentado atropellarlos. Leidy le dijo que el conductor era su expareja. La Policía rastreó el vehículo y, tras un exhaustivo análisis, encontró rastros de sangre, lo que reforzó la hipótesis de que John Alexander era el agresor.
John Alexander se escondió en zona rural de Corinto, Cauca, hasta que el 15 de octubre de 2019, en estado de embriaguez, llegó a la casa de su hermano en Santander de Quilichao y como las autoriades tenían intervenidas las comunicaciones de su fmamilia, se enteraron de su ubicación y llegaron allí para capturarlo.

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Aunque al inicio negó los cargos, en enero de 2020, aceptó su responsabilidad. Fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por feminicidio.
Según las autoridades, el sujeto aseguró que tenía celos de su expareja debido a la transformación física de Leidy tras la cirugía y su decisión de rehacer su vida con un nuevo amor.
“Que se arrepienta y que le pida mucho perdón a Dios y a sus hijos porque los que les ha hecho más daño fue a los hijos”, expresó la familia de Leidy tras conocer la sentencia. “Nunca me imaginé que terminara en tragedia”, agregaron sobre este cruel crimen.
Hoy, los cuatro hijos de Leidy viven con el recuerdo de su madre y el vacío que deja su ausencia. La familia lucha por salir adelante, pero el dolor sigue presente.