Aunque no hay desabastecimiento, tanto comerciantes como clientes han sentido el alza en algunos alimentos.
Hasta dos kilómetros se extendió la fila de vehículos que pretendían ingresar a la plaza de mercado ubicada en el sur de Bogotá.
Adentro, el desespero y los altos costos por los productos hicieron parte del caos en la central.
“Hay comida, pero el más grande se lleva todo”, dijo un cliente.
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Desde las 10 de la noche, los compradores buscaban en la madrugada un cupo para llevar sus vehículos y surtir las tiendas de los barrios.
A pesar de que hay alimentos en cantidad, los distribuidores están cobrando hasta el doble.
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Aunque hay aglomeración de comerciantes, empleados y clientes, no hay gel desinfectante y otros sitios para la higiene de las personas, que deben protegerse para evitar el contagio de coronavirus .
La alcaldesa Claudia López manifestó que sigue en firme el decreto de aislamiento obligatorio en Bogotá. Así funcionará .
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