Ante la escasez de carros en los semáforos por el simulacro en Bogotá, ahora trasnochan por las calles de Corabastos. Piden más ayuda del Gobierno.
Hasta hace dos semanas vendían dulces, limpiaban los parabrisas o hacían acrobacias para ganarse el sustento.
Pero ahora “a más de uno nos ha tocado venir acá a buscar lo de la comida diaria, porque los recursos que nos ha dado el Gobierno no nos han servido para nada”, dice uno de estos vendedores informales a los que la cuarentena del coronavirus afectó su bolsillo.
Por eso pidieron a las autoridades que les “den la ayuda que más puedan, que nos colaboren, porque hay personas que viven a través de un dulce, un cigarrillo, de una venta informal en la calle”.
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