Recuerde llevar la ropa adecuada, dedicar tiempo al descanso, no ir en ayunas y asesorarse.
- Hacer solo cardio: beneficia el sistema circulatorio y respiratorio, pero los músculos también deben ejercitarse para mejorar la fuerza y tono muscular.
- Usar fajas o envolverse en plástico: la grasa solo se quema en los músculos, no se va por el sudor o la orina. La sudoración excesiva que produce esta técnica puede afectar los riñones.
- Consumir suplementos para acelerar resultados: no todos les sirven por igual a todas las personas. Es necesario asesorarse con un deportólogo y/o nutriólogo.
- No calentar ni estirar: Al no hacerlo, se expone a lesiones musculares o patologías cardiovasculares.
- Hacer la misma rutina: hay que aumentar progresivamente las cargas, la intensidad, las repeticiones. También cambiar o intercalar las tareas y los músculos.