En espacios cerrados es clave la limpieza del ambiente, la distancia física y la ventilación para sanear el aire, diluir y evacuar contaminantes, ya que el aire que se respira allí impacta directamente en la salud de las personas.
Ahora que la humanidad enfrenta un virus respiratorio, expertos recomiendan una serie de acciones frente al uso y mantenimiento del aire acondicionado.
Carlos Arturo Torres Duque, neumólogo de la Fundación Neumológica Colombiana, señaló cuatro pautas necesarias para tener en cuenta:
1. Revisión periódica a electrodomésticos y otros dispositivos, esto incluye sistemas de aire acondicionado y de ventilación, que si no están en buenas condiciones generan contaminación.
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2. Evitar acciones como fumar, vapear o usar cigarrillo electrónico que pueden deteriorar la calidad del aire y generar partículas y aires nocivos para el sistema respiratorio.
3. Tener una buena ventilación de los espacios, abrir periódicamente las ventanas y permitir que entre la luz solar.
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4. No usar aerosoles como aromatizantes que pueden generar partículas nocivas.
El aire acondicionado puede contribuir al saneamiento del ambiente si tiene unas características de diseño, estructura e instalación que garanticen la entrada, distribución y salida de forma controlada de contaminantes con base a las especificaciones de la Organización Mundial de la Salud, además de un adecuado y periódico mantenimiento.
En términos generales no se aconseja la opción de recircular el aire porque puede aumentar la distancia de propagación de dos metros, al doble y el triple, como han sugerido diferentes estudios sobre el contagio de COVID-19.
“Donde hay aire acondicionado se recomienda que se haga mantenimiento, lo ideal es que las puertas y las ventanas estuvieran abiertas y que fluya el aire. Cuando el aire se recicla no es bueno porque puede facilitar la transmisión del virus. Recordemos que este virus puede transmitirse en dos metros de distancia, pero este alcance puede ser mayor con el aire acondicionado puede llegar hasta cinco o siete metros”, explicó Luis Jorge Hernández, médico epidemiólogo.
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La Organización Mundial de Transporte por Carretera también ha recomendado que buses y camiones ventilen el espacio de los pasajeros regularmente en los puntos de parada y si la temperatura lo permite conducir con ventanas abiertas.
“En los vehículos se recomienda dejar entrar el aire natural, cuando pare el vehículo, cuando se pueda abrir las ventanillas. Recordemos que la luz del sol y la ventilación son mecanismos de protección, el aire y los ambientes cerrados son factores de riesgo frente al COVID-19”, aseguró Hernández.
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Tenga en cuenta que otros factores como la temperatura, humedad, la presencia de mascotas, el uso de productos químicos domésticos, la presencia de materiales de construcción, entre otros, influyen en la calidad del aire que respiramos.