Muchos de sus alcaldes la han saqueado y le han quitado hasta el oxígeno a la salud pública. Sus habitantes están sometidos por las mafias del narcotráfico.
Buenaventura es el único puerto colombiano a lo largo de la extensa costa de 1.300 kilómetros sobre el océano Pacífico y está ubicado en un canal interior en la pequeña isla de Cascajal.
Por este municipio del occidente del Valle del Cauca pasa la mayoría de las importaciones y una tercera parte de las exportaciones de Colombia.
La empresa privada ha invertido, en las seis terminales que tiene el puerto, 1.500 millones de dólares, con lo cual se crearon 4.000 empleos directos.
Sin embargo, el contraste del puerto con el resto de la ciudad, que vive en la pobreza extrema, es brutal. El 94 % de los habitantes es afrocolombiano y solo el 5 % tiene acceso a internet.
La poca industria que hubo en Buenaventura se acabó hace décadas y el desempleo y la inseguridad siguen rampantes.
Vea el informe especial dedicado al puerto vallecaucano en nuestro especial “La Colombia Negra”: