Finalizó huelga general que paralizó Argentina

El Gobierno argentino aseguró que la huelga general que paralizó el país este martes "fue un espanto" y "no sirvió para nada", frente a las amenazas lanzadas por los sindicatos opositores que, reforzados por lo que consideran una alta adhesión al paro, advierten con realizar nuevas protestas.

El jefe de Gabinete del Ejecutivo, Aníbal Fernández, rechazó hoy que el paro fuera un éxito y sostuvo que la ausencia de trabajadores no fue "mayor al 20 % en muchos lugares", durante su contacto diario con los medios.

"La realidad es que el paro analizado, como se quiera mirar, fue un espanto (...). No sirvió para nada, lo que hay que hacer es sentarse y seguir discutiendo salarios en una mesa en forma racional", afirmó.

"Este fue un paro politiquero, que lo que busca es enturbiar, hacer un gesto de mala manera. Una medida que no se ha cumplido en la mayoría de los barrios del país", añadió.

Los sindicatos opositores al Gobierno paralizaron Argentina este martes, en la que supuso la segunda huelga general de este 2015 de elecciones presidenciales, para protestar contra las limitaciones en las negociaciones colectivas sobre los aumentos salariales que pretende imponer la Casa Rosada.

Al final de la jornada, los gremios valoraron la convocatoria como un éxito y advirtieron que de no obtener respuesta a sus reivindicaciones, habrá más medidas de fuerza.

"Ojalá no tengamos que hacer otro paro, pero si esto no se revierte va a haber más lucha, más paros y más movilizaciones", apuntó ayer en una comparecencia de prensa el sindicalista Pablo Micheli, referente del ala opositora de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA).

En plena negociación colectiva de sectores claves de la economía argentina, los sindicatos piden una subida del 35 % frente al 27 % apuntado como límite por el Gobierno -que busca controlar la inflación-, y exigen la reducción de los impuestos sobre los salarios de los trabajadores.

En 2014, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerró en un 24 por ciento, según el Gobierno, aunque consultoras privadas estiman que la cifra real asciende a un 38,5%