Cerca de 120 personas, entre ellas varios niños, asistieron a la celebración católica en Liborina, una localidad ubicada a unos 90 minutos de Medellín. Otros lo hicieron en el municipio de Olaya.
En videos y fotos tomadas por ellos mismos se ve cómo con crucifijos en sus manos, parlantes y micrófonos, salieron a la calle, violando la medida de cuarentena que rige en todo el país para evitar la propagación del coronavirus.
El hecho fue calificado por las autoridades municipales como un acto irresponsable.
“Quiero manifestarles el rechazo fehaciente a la actitud que tuvieron los habitantes de la vereda Curití por haber organizado y realizado un encuentro comunitario”, dijo la alcaldesa de Liborina, Adriana Maya.
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En el municipio de Olaya, cerca de Liborina, las cosas no fueron diferentes. Allí también se registró una procesión encabezada por dos niños que cargaban un monumento.
En este caso, los responsables de la convocatoria se excusaron por haber salido de la casa.
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Aunque no cumplieron con la medida, ninguno de los que se ve en las imágenes recibió sanción.
Sin embargo, el coronel Jorge Miguel Cabra, comandante de la Policía de Antioquia, indicó que se adelantarán las investigaciones a las que haya lugar, incluso de orden penal.
Aunque ninguno de los dos municipios registra presencia de la COVID-19, el llamado es a acatar el aislamiento y manifestar su fe desde los hogares.
En Antioquia han sido impuestos más de 20 mil comparendos a infractores del aislamiento obligatorio que comenzó el 24 de marzo.
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