El proceso disciplinario contra los expolicías Harby Damián Rodríguez y Juan Camilo Lloreda, a cargo de la Procuraduría, continuó este jueves con la interpretación de la necropsia del cuerpo de Javier Ordóñez por parte de Medicina Legal.
Según Francisco José Calle, el forense encargado de los resultados, al estudiante de Derecho se le “infringió una energía cinética fuerte y suficiente lesiva para producir daños”, en referencia a los ocho golpes.
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Estas lesiones fueron producidas en la zona abdominal, cerca del ombligo, debajo de la costilla, en la espalda y en la región lumbar, según el experto, que precisó: “estamos hablando de múltiples traumas contundentes que por su naturaleza no pudieron ser autoinfligidas, sino producidas por terceros”
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Descartó así que hubieran sido causadas por el mismo Ordóñez, pues “no le alcanza para tener esa alta energía”.
El análisis forense también determinó que tuvo hemorragias internas de aproximadamente tres litros y medio se sangre, principalmente en la cavidad abdominal, zona en la que el estudiante fallecido recibió la mayoría de golpes.
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Se confirmó que el organismo de la víctima presentaba grado tres de alcoholemia. Sin embargo, el forense manifestó que no se puede relacionar directamente este examen con el comportamiento de Ordóñez, pues se tendrían que analizar variables como la frecuencia de ingesta de consumo de licor, entre otras.
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