Las autoridades de Bogotá atienden a diario un promedio de 1.300 riñas por casos de intolerancia, especialmente en vía pública. Producto de una situación de estas, un vendedor fue asesinado por otro con el que hubo una discusión por el espacio para montar su negocio.
“Don Jairo era un vendedor formal, de muchos años de trabajar en el sector, no teníamos queja de él, pero lamentablemente para esta época llega mucho vendedor nuevo. Apareció un señor nuevo, con dos días de llegado al sector, y a la brava quería posesionarse del puesto cerca donde trabajaba don Jairo. Ahí se desprendieron las cosas”, contó otro vendedor del sector de los outlets de Las Américas.
Marcela Dicelis, amiga de la víctima, manifestó que el señor Jairo llevaba 20 años trabajando en el sector. Así lo describió: “Era muy juicioso, una persona muy decente, muy paciente. No merecía morir así y mucho menos por la gente que llega nueva, que se quiere posesionar como sea”.
La persona señalada de asesinar al vendedor fue retenida por la comunidad, entregada a las autoridades y judicializada por el crimen.
Desde el Instituto para la Economía Social, IPES, se empieza a trabajar en el tema de vía pública debido a que se acerca la temporada decembrina y muchas personas también buscarán el popular “rebusque”.
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Por esta razón, dice el director de la entidad, Alejandro Rivera, “construimos pactos, espacios de convivencia donde se puede garantizar el derecho al trabajo, a la movilidad, a que se puede usar el espacio público y que todos los podamos hacer”.
Advirtió que trasgredir este pacto equivale a “ir en contra del Código de Policía”.
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“No podemos permitir que nadie se mate por un pedazo de espacio público ni que otro le cobre y lo extorsione por estar en un espacio donde lo que busca es su sustento”, puntualizó Rivera.
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