Las noticias no son muy alentadoras para la familia de la enfermera que falleció el año pasado por COVID-19 en Barranquilla, cuyo cuerpo no aparece.
La abogada que lleva el caso dice que volver a conseguir una nueva orden de exhumación podría tardar varios meses.
“Si ya pasaron ocho meses y apenas tuvimos la primera orden de exhumación, que al parecer no va a ser fructífera como esperábamos, pues no se trata de ella, tenemos que esperar cuatro meses más para que den los resultados oficiales en Medicina Legal y posterior a ello debemos esperar que den la nueva orden de exhumación”, dijo Wendy Cabrales, la abogada de la familia.
Marilyn Pérez, de 50 años, murió el 6 de julio de 2020 en una clínica de Barranquilla, pero su cuerpo lo entregaron por equivocación a otra familia que lo habría sepultado en un cementerio de Puerto Colombia, pero sus restos aún no aparecen.
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“Se le ha causado un daño, la angustia de saber cuál fue el paradero de su familiar y por eso debe buscarse el responsable que estará por determinar si fue en la clínica o fue en la funeraria donde se extraviaron estos cadáveres y quién ocasionó este lamentable hecho”, manifestó Juan David Ortega, personero de Puerto Colombia.
La apoderada de la familia anunció acciones legales contra los responsables.
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“Lo que cabe en este caso es una demanda de responsabilidad civil extra contractual contra la clínica, contra la funeraria y contra quienes más encontremos en el camino que tengan culpabilidad o tengan responsabilidad por todo lo sucedido”, indicó Cabrales.
La clínica, donde además del caso de Marilyn se denunciaron tres más similares, no se ha pronunciado.
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