Ana Camargo es un claro ejemplo de que nunca es tarde para aprender. Cuando era pequeña se dedicó, dice, a jugar, pero hace dos años quiso seguir sus estudios.
Actualizado: diciembre 26, 2014 09:11 p. m.
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Ana Camargo es un claro ejemplo de que nunca es tarde para aprender. Cuando era pequeña se dedicó, dice, a jugar, pero hace dos años quiso seguir sus estudios.
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