Con abrazos, flores y globos fueron recibidos cientos de viajeros. Algunos de ellos llevaban décadas sin pisar suelo colombiano.
Muchos esperaron con la mirada fija en las pantallas hasta que sus seres queridos atravesaron por la puerta de llegadas internacionales.
La familia Molina esperó a su sobrina con torta y pancarta en mano, pues regresaba de Europa y estaba de cumpleaños.
Santiago era otro de los ciudadanos que aguardaba con ansias el arribo de su tía, quien volvía a visitarlo luego de 20 años sin estar en Colombia.
Además, esta llegada le representó más que un reencuentro, pues hace unos meses perdió a su padre. “Va a ser como la energía de sentirlo a él acompañándonos”, dijo Santiago.
Finalmente, el pequeño Juan José esperó a su abuela con un ramo de flores. Ella viajó desde Suiza para pasar el Año Nuevo a su lado.