El juez consideró que la reacción de la víctima fue en legítima defensa, ya que su vida estaba en peligro y además el delincuente tenía un amplio prontuario.
El día de los hechos, el uniformado, que se movilizaba en un taxi, fue abordado por varios delincuentes con armas de fuego, reaccionó y disparo contra uno de los asaltantes.
“La justicia considera que él actuó en legítima defensa, en defensa no solo de su propia integridad, sino en la integridad del señor conductor del taxi”, agregó el abogado William Naranjo.