Falleció uno de los policías que resultó herido por atentado en Bogotá

El patrullero Albeiro Garibello Alvarado tenía muerte cerebral por las lesiones que sufrió en la explosión del pasado domingo en La Macarena.

El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, lamentó lo sucedido a través de este trino:

El mismo Peñalosa, horas antes, dijo que la capital está bajo "amenaza", a propósito de la explosión del artefacto cerca de la plaza de toros La Santamaría en la mañana del domingo pasado que dejó 26 policías y 4 civiles heridos.

"Les hago una solicitud, no para sembrar la alarma, pero sí para tener claro que tenemos una amenaza y que en eso tenemos que estar todos unidos", afirmó el mandatario, en un pedido para que los ciudadanos denuncien ante las autoridades "cualquier tipo de sospecha".

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El artefacto detonado el fin de semana tenía hasta 1,5 kilos de amonal con metralla.

Otros tres de los policías heridos podrían perder la vista en uno de los ojos, según el último parte médico del Hospital Central de la Policía.

De acuerdo con las autoridades, el ataque iba dirigido a los uniformados que instalaban el dispositivo de seguridad para la corrida de esa tarde.

La principal hipótesis de las autoridades señala al Ejército de Liberación Nacional (ELN), única guerrilla activa de Colombia, como responsable debido a similitudes en ataques realizados el año pasado en la capital y atribuidos a esa organización.

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El ELN, alzado en armas contra el Estado en 1964 y con 1.500 combatientes, según cálculos oficiales, aseguró el lunes que ninguna de sus estructuras se ha responsabilizado del hecho.

El gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla guevarista instalaron el 7 de febrero diálogos en Quito para superar medio siglo de conflicto armado.

Con estas negociaciones, Santos busca la "paz completa" tras la firma en noviembre de un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antigua guerrilla del país.