El 'madrugón' se acabó en los puntos referentes de la moda, ubicados en el centro de Bogotá. El comercio que se habilite en este sector debe funcionar entre 12 del día y las 12 de la noche.
La idea es “evitar la saturación que se venía presentando los miércoles y sábados desde las 2 o 3 de la mañana”, manifestó Yansen Estupiñán, presidente de la Asociación San Victorino.
Comerciantes del Gran San proponen reabrir sus instalaciones con un 10% de aforo, es decir, 1.200 personas, entre clientes y comerciantes.
Adicional, ofrecen un registro previo de quienes ingresan, lavado de manos, toma de temperatura, desinfección calzado, el uso del tapabocas y negociar en puntos amarillos marcados en el suelo al momento de comprar un producto.
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Todo esto para estar al nivel de las normas sanitarias necesarias para combatir la expansión del coronavirus COVID-19 .
"Vamos a trabajar con el Gran San, que tiene la dupla que es formalidad y la informalidad, es un reto grande. El Gran San va a ser parte de este piloto", indicó Carolina Durán, secretaria de Desarrollo Económico.
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Otra cara es el Mercado de las Pulgas. Son cerca de 700 familias que venden bajo esta modalidad en Bogotá que han tenido que migrar a las ventas virtuales y aún no tienen claro su apertura.
"Ya hay un plan para centros comerciales y esperamos que se haga lo propio para nuestros mercados de pulgas, nosotros particularmente ya tenemos el protocolo. Lo ideal sería que nos dejen unificar un piloto", explicó el representante de este comercio Sergio Soto.
La Secretaría de Desarrollo económico es la entidad encargada de verificar los protocolos y dar luz verde a los centros de comercio para que puedan operar.
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