La suspensión del proyecto se convirtió en un dolor de cabeza, pues las zonas han sido saqueadas y dañadas. Vecinos dicen que son focos de inseguridad.
Noticias Caracol le puso la lupa al tema y evidenció que una gran cantidad de predios, recibidos por el IDU para las obras de Transmilenio por la Séptima, se han convertido en montañas de escombros.
“El IDU alcanzó hacer negociaciones sobre 175 predios, los cuales fueron recibidos. Lo que estamos observando en la Contraloría es que los predios están generando unos costos por custodia, mantenimiento y vigilancia”, advierte Martha Angélica Martínez, contralora delegada.
Bombas de gasolina, restaurantes, parqueaderos y viviendas encabezan la lista de lugares que están abandonados. Según la comunidad, también son peligrosos para la ciudad.
Edmundo Gómez, edil de Chapinero, señala que estas zonas se vienen llenando de habitantes de calle.
A este complicado panorama, se suman las denuncias de quienes vendieron sus predios y dicen que se los compraron por menos del 60%.
“Lo que pasó ahí fue una expropiación, nosotros no teníamos ningún interés de vender”, sostiene el obispo Francisco Gómez.
Para la Contraloría, este fallido proyecto está representando 448 mil millones de pesos de detrimento patrimonial.
Afectados esperan que la alcaldesa Claudia López les dé soluciones.