Las honras fúnebres se han convertido en cortejos multitudinarios en los que también se rechaza la violencia.
En helicóptero y cubierto con la bandera de Colombia, llegó el cuerpo Cristian Camilo Maquilón al escuadrón de Policía de Urabá. Unas 3.000 personas se concentraron en la iglesia.
Allí, amigos y deportistas de Chigorodó portaban camisetas con la foto de Cristian mientras lo despedían en una calle de honor.
Visiblemente conmovida llegó la familia del cadete César Alberto Ojeda al aeropuerto internacional Palonegro, en Santander. El cuerpo del joven policía en la pista de aterrizaje fue recibido con honores. Una caravana de cientos de motocicletas y automóviles lo escoltó hasta el municipio de Floridablanca, de donde era oriundo.
En Medellín, familiares del cadete Juan Esteban Marulanda esperan la llegada del cuerpo para realizar las honras fúnebres. Marulanda, de 19 años, fue campeón en equitación y estaba en la escuela preparándose para ser policía, como su padre.
Multitudinaria despedida se realizó en honor del cadete Stiven Prada Riaño, de 21 años, deportista en formación en la escuela general Santander. Comunidad, familiares y amigos se concentraron en la catedral de Ibagué para darle el último adiós.
Hacia las 11:30 de la mañana fue recibido con honores en el aeropuerto de Tuluá - Valle del Cauca el cuerpo del cadete Diego Alejandro Pérez, de 22 años, otra de las víctimas del atentado. Entre lágrimas sus familiares y conocidos acompañaron el féretro junto con miembros de la Policía, quienes le hicieron una calle de honor.
Updated: enero 20, 2019 07:36 p. m.