A los 15 años el mundo de Samuel Valencia se quedó en silencio, y tres años después, a oscuras.
Ahí empezó su lucha por torcerle el camino a su destino, y su primer gran golpe fue encontrar a Lucero, su intérprete y esposa, quien lo ha acompañado y ayudado a vencer todos los obstáculos que enfrentan las personas sordociegas.
Hoy es psicólogo, presidente de la Asociación Colombiana de Sordos Ciegos, Surcoe, y líder de la población con esta condición.
“Utilizo la lengua de señas táctil. Pueden escribirme en la palma de la mano. Si quieren hacerme una pregunta me la escriben y yo le respondo de manera oral, porque gesticulo un poco”, explicó.
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También utiliza aparatos electrónicos, como la línea braille, que puede costar cerca de $12 millones.
Aunque la vida no se la puso fácil, confiesa que cada etapa del camino ha sido un gran triunfo.
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“Para entrar al colegio, posteriormente a la universidad, graduarme, ser líder dentro de las personas sordociegas, casarme, y cada cosa que he conseguido, cada logro que ha sido parte de mi vida, ha tenido que hacerse con mucho esfuerzo”, explicó Samuel.
Su mensaje de superación es muy claro: “No piensen que el no ver o no oír va a ser un impedimento para poder estudiar, trabajar o hacer otras cosas. Al contrario, hay muchas oportunidades que pueden abrirse para que las personas sordociegas puedan desarrollar sus proyectos de vida”, expresó.
Según Surcoe, existen entre 4.000 y 10.000 personas con esta discapacidad en Colombia.