El mandatario acusó como responsables a varios empresarios y a un exaspirante a su cargo. Desde diferentes sectores le exigieron pruebas que lo respalden.
La tormenta política en Medellín fue desatada por estas declaraciones de Daniel Quintero:
“Una persona que fue candidato a la Alcaldía de Medellín al parecer estaría estructurando un movimiento, estaría siendo financiado por algunos empresarios con el ánimo de recoger firmas, eso es perfectamente legal ellos tienen todo el derecho, pero lo cierto es que ni siquiera hemos empezado, que nos dejen empezar, para que nos dejen trabajar”.
La tempestad se generó luego de las decisiones del alcalde en torno a las marchas y los desmanes que se registraron el martes, tras las movilizaciones del 21 de enero.
El Comité Intergremial de Antioquia fue vehemente a través de su representante:
“Lo que pasó ayer nunca más puede volver a ocurrir, la Policía, la Secretaría de Seguridad y el Alcalde de Medellín tienen que detectar estos focos de violencia”, exigió Nicolás Posada, director de la organización.
Alfredo Ramos, hoy concejal, y quien terminó segundo en las pasadas elecciones, también replicó.
“Pues que presente los audios, un alcalde no puede estar victimizándose con enemigos imaginarios, eso es una actitud, desde mi punto de vista, infantil”, sustentó el militante del Centro Democrático.
A propósito de los desmanes, empleados de empresas en Itagüí realizaron un plantón en el que criticaron el paro nacional pidiendo a los manifestantes que los dejen trabajar.